El migrante cubano Alejandro Díaz Albert murió tratando de cruzar el río Bravo, que divide la frontera entre México y Estados Unidos, según confirmó el periodista Mario Pentón este jueves.
De acuerdo con Pentón, a quien la abuela del joven de 28 años le pidió ayuda para encontrarlo, Alejandro se ahogó intentando atravesar de forma irregular la frontera sur estadounidense y pudieron identificarlo porque llevaba consigo su carnet de identidad y su pasaporte cubanos.
El destacado experto en temas de Inmigración precisó que la familia del joven, a quien le sobreviven en Cuba su abuela, sus padres, su esposa y una hija de apenas un año, “está desconsolada” porque “tenía la esperanza de que estuviera vivo”.
“Es muy triste que ni siquiera pudo celebrar el añito de su hija en agosto pasado, porque él se fue un poquito antes para llegar a Estados Unidos y ayudar a su familia a salir de la miseria”, lamentó Pentón.
Como el cuerpo del muchacho no se encuentra en “óptimas condiciones” para ser repatriado a Cuba, en estos momentos su familia valora si pedir una visa humanitaria para que alguno de sus miembros pueda venir a su funeral en Estados Unidos, o si cremarlo y enviar las cenizas a la isla.
Su abuela había informado que la última vez que tuvo noticias suyas fue el pasado jueves, cuando Alejandro y otros indocumentados intentaron cruzar el río Bravo en el horario de la madrugada para evadir a las autoridades mexicanas.
A tenor con el testimonio de una de las migrantes que iba con Alejandro, tuvieron que desviarse del camino previsto y bajar por un barranco porque los estaban persiguiendo.
“Nos tuvimos que tirar rápido en el río y a esa hora fue como un ‘sálvese quien pueda’. Empezamos a nadar todos, pero creo que ese muchacho no sabía nadar. Tal vez la desesperación lo hundió”, aseveró la migrante.
“Ese río tiene como unas plantas que te enredan y una corriente que engaña, porque está debajo. Las personas dicen que ese río está fácil de cruzar, pero no es así. La corriente está abajo y arriba se ve plano”, añadió la testigo.
La abuela de Alejandro, identificada como Rosa, también conocía que “encontraron un cuerpo en el río el 25 de diciembre, pero no sabemos si se trata de mi nieto”.
“Mantenemos la esperanza de que Alejandro esté vivo y que pueda comunicarse con nosotros pronto”, expresó Rosa, aunque desgraciadamente su nieto sí murió, antes de poder hacer realidad muchos de sus sueños.
Casi 425.000 migrantes cubanos llegaron a Estados Unidos en los años fiscales 2022 y 2023, según el más reciente informe de la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza.
Solo en noviembre pasado un total de 20,076 cubanos ingresaron a Estados Unidos a través de sus fronteras.
