La historia de Víctor Moreno, un joven estudiante mexicano que cruza la frontera en bicicleta todos los días desde Reynosa a McAllen para asistir al Campus de Tecnología de South Texas College, se dio a conocer y se hizo viral recientemente.
Según se dijo en aquella primera publicación, el viaje diario de este joven mexicano de su casa a la escuela toma 30 minutos. Víctor se despierta todos los días a las 5:00 a. m. para llegar a tiempo a sus clases.
No pasaría mucho tiempo hasta quela determinación y dedicación de este joven mexicano llamara la atención de varios donantes anónimos que se conmovieron con su historia y decidieron regalarle ¡un auto!
La cadena de noticias Telemundo cubrió este emocionante e inspirador hecho, en el que Víctor se vio abrumado, pero a la vez agradecido por el regalo inesperado, que hará mucho más fácil su viaje diario al trabajo. El joven prometió devolver el favor si alguna vez tiene la oportunidad de ayudar a alguien más.
Tanto Víctor como su madre, Areli Fajardo, quedaron conmovidos por la generosidad de los donantes y nunca olvidarán la experiencia.
Víctor ahora está entusiasmado con las oportunidades que el auto le abrirá y está ansioso por lograr aún más de sus objetivos.
Sin embargo, se enfrentará a un nuevo desafío ya que necesita aprender a conducir, pero también está decidido a lograr este objetivo.
Otras historias similares a esta han sido de motivación y alegría para millones de personas en la web; y es que la generosidad y solidaridad humana pueden tener un poder transformador en la vida de las personas.
Así lo demuestran las historias de aquellos que han recibido un automóvil como regalo, como es el caso de una persona en California, que caminaba 12 millas diarias al trabajo debido a la falta de transporte. Sus colegas del trabajo organizaron una colecta y compraron un automóvil para él, que se convirtió en una sorpresa emotiva para él y fue compartida en las redes sociales.
Otro ejemplo es el de una mujer en Michigan que caminaba varios kilómetros para llegar a su trabajo, y una iglesia local organizó una recaudación de fondos para comprarle un automóvil. La entrega del automóvil fue una ceremonia emotiva, con la presencia de sus colegas de trabajo y miembros de la iglesia.
En otro caso, un guardia de seguridad de una escuela en Carolina del Norte, quien había estado conduciendo un automóvil viejo y en mal estado, recibió un automóvil restaurado por un grupo de estudiantes y maestros que apreciaban su trabajo y dedicación. El gesto de los estudiantes y maestros conmovió al hombre hasta las lágrimas.
Estas historias son solo algunos ejemplos de cómo la bondad y la generosidad pueden mejorar significativamente la calidad de vida de las personas. Existen muchas historias similares en todo el mundo que demuestran el poder transformador de la solidaridad humana.
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