Joe Biden: Del lobo, un pelo

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Si alguna clave ha traído estas elecciones de medio término en los EE.UU. es esta: la victoria republicana, que pretendía ser apabullante tanto en las gobernaturas, como en el Congreso y el Senado, se ha estancado en este último, dejándole al presidente Joe Biden el motivo de un festejo.

Tal cual. Este miércoles Joe Biden celebró que su partido haya resistido el tsunami rojo que se avizoraba y aseguró en una rueda de prensa desde la Casa Blanca, que ha sido «un buen día para la democracia y para América».

«La gente ha hablado (votado)», expresó Joe Biden y añadió:

«La democracia ganó anoche y es más fuerte. Se decía que íbamos a tener una ola roja que iba a borrarlo todo, pero no ha sido así. Hemos perdido algunos puestos, pero son buenos resultados. Son las mejores ‘Midterms’ desde 1986. Los votantes han sido claros».

Luego prosiguió:

«Los votantes hablaron claramente sobre sus preocupaciones, el aumento de los costes, la delincuencia y la seguridad pública. Es un mensaje claro e inequívoco de que quieren preservar nuestra democracia y proteger nuestro derecho a elegir en este país».

Pero, en realidad, ¿qué ha sucedido?

Todavía la batalla en el Senado no se ha decidido. Tanto republicanos como demócratas necesitan dos estados más para asegurar el triunfo. Los republicanos para llegar a 51. Los demócratas para llegar a 50.

Consciente de que el horno no está para galleticas, el demócrata ha tenido el gesto de «pedirle» a los republicanos que trabajen junto a su partido, para gobernar el país en santa calma y hacia la prosperidad económica, independientemente de cual sea el resultado final.
«Entiendo que han sido años difíciles para el pueblo estadounidense,» dijo además Joe Biden.

«Cuando llegué al cargo durante la pandemia, actuamos rápidamente con las vacunas e inversión a largo plazo para reconstruir, pero acabamos de comenzar», ha dicho el estadounidense.

Y no deja de ser cierto. Ha sido muy poco tiempo para un problema que no solo ha afectado a los EE.UU. sino también al mundo entero.

Pero, la política de los EE.UU. es así: no lo haces bien, te vas. Por eso reconoció la frustración de los votantes, que al menos en la Cámara del Congreso han propiciado que los republicanos le diesen una paliza a sus rivales tradicionales.

«Los votantes están claramente todavía frustrados, lo entiendo», ha comentado.

No está claro – entiéndase esto, que una administración republicana, entiéndase otros 4 años de Donald Trump al frente del país – hubiesen enfrentado mejor la crisis. No está claro, tampoco, que esta mayoría que han alcanzado ahora en el Congreso lo permita; pero la historia de la política en USA ha sido así: siempre que «un malo» cometió errores, el que vino detrás lo enmendó. A veces, como pudo.

Lo que sí está claro – y esto debera analizarse dentro del partido republicano – es que «la victoria» no fue tan fácil. De hecho, la batalla en el Senado todavía le deja a Joe Biden cierto margen para el regocijo.

No hubo barrida. No hubo tal marea roja, aunque en el mapa luzca así.

Eso sí: los republicanos se hicieron con el control de la Cámara de Representantes y están a la espera de lo que suceda en el Senado.

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