Omar Díaz y Liss Echevarría, un matrimonio que reside en el barrio de Nuevo Vedado, en La Habana, ha sido víctima de robo en dos ocasiones por parte del mismo presunto ladrón, que sigue en libertad a pesar de las denuncias en su contra.
De acuerdo con un reporte de 14YMedio, el drama de la familia comenzó a finales de julio de 2021, tras notar que alguien había violentado el candado de la reja del garaje de su casa y había sustraído dos motocicletas.
Díaz, que tiene un taller de mecánica en la propia vivienda, descubrió que un cliente asiduo de su negocio había anunciado la venta de esas mismas motos un mes antes a través de sus redes sociales.
La pareja comunicó sus sospechas a la policía y los uniformados realizaron a un registro en la casa de Radiel, el presunto autor del robo, donde encontraron los vehículos.
Los oficiales a cargo de la investigación devolvieron las motos a sus dueños, pero imputaron a Radiel por el delito de receptación, o sea la compra de artículos de procedencia ilegal, de acuerdo con la denuncia del matrimonio citado por la fuente.
El acusado quedó en libertad a la espera de juicio y tres meses más tarde volvió a vulnerar la seguridad del garaje y sustrajo tres motocicletas, incluyendo las dos que había robado antes.
De acuerdo con la versión de las víctimas, ese mismo día el supuesto ladrón tuvo un accidente mientras conducía una de las motos robadas y fue ingresado en el hospital con fracturas en una pierna.
La pareja volvió a denunciar por el robo al hombre en la estación de policía de Zapata y C, en El Vedado, mas los oficiales se negaron a interrogar al presunto delincuente en estado convaleciente.
Tampoco accedieron a incluir en el expediente del caso la documentación relacionada con las pesquisas sobre el accidente de tránsito.
El matrimonio no paró de presionar hasta que el caso pasó a manos del Departamento Técnico de Instrucción Penal ubicado en la calle Picota, en La Habana Vieja, donde los investigadores rechazaron procesar al ladrón, esgrimiendo también su estado de salud.
En ese lapso, Radiel se las ingenió para vender las piezas de los vehículos robados.
Entre tanto las víctimas han llevado sus denuncias a las instancias municipal y provincial de la fiscalía, al Departamento de Atención a la Ciudadanía del Ministerio del Interior y al mucho Consejo de Estado, con la esperanza de que se resuelva el insólito caso.
«Hemos tratado de concertar una entrevista con la coronela Moraima Bravet Garófalo, jefa de la Dirección General de Investigación Criminal del Ministerio del Interior, que nos han dicho que es muy estricta; pero no hemos conseguido que nos atienda», lamenta la pareja, citada por el medio independiente.
