La identidad y el paradero de los tres hombres y tres mujeres, cubanos, balseros, que llegaron a bordo de un pequeño velero improvisado a Dania Beach, Florida, sigue siendo un misterio.
Apenas tocaron tierra, los migrantes escaparon; dejando en el agua «la embarcación», pomos de agua y nylons con galletas de sal. A fin de cuentas nada de eso necesitaban, luego de coronar una travesía que, si se mira «la embarcación» con justicia se puede llamar milagro.
El «pequeño velero», donde a duras penas cabían los seis balseros cubanos tenía una «vela» hecha con sacos de nylon cosidos. Si se habla de balseros cubanos que han llegado a los EE.UU. en embarcaciones precarias, estos seis deben estar en el listado.
El «velero» llegó a tierra el jueves, en horas de la mañana, en medio del asombro de un grupo de bañistas que se encontraba en la playa al sur del muelle de Dania Beach.
“Había seis personas que estaban en este barco y eran inmigrantes cubanos”, dijo Elexis Price más tarde y agregó:
“Típicamente no se ve un barco hecho así”.
Y es que la embarcación, tan endeble y rústica, llamó la atención de quienes no están tan acostumbrados, como aquellos que residen en los cayos de la Florida o más al sur de la Florida a ver embarcaciones destartaladas llegando a las costas de los EE.UU. No pocas veces, la precariedad termina voltéandolas o hundiéndolas, con el riesgo para la vida de los balseros cubanos.
Claudinne Caro, portavoz de la Oficina del Sheriff de Broward, confirmó que antes de la llegada de las autoridades al lugar, los balseros se escabulleron y «desaparecieron».
“Los presuntos migrantes abandonaron la zona. No se reportaron daños. La Patrulla Fronteriza de EE. UU. y el Departamento de Seguridad Nacional registraron la escena y desde entonces ha sido despejada”, escribió Caro en un correo electrónico.
Testigos dijeron que las autoridades buscaron migrantes en el área cercana a Florida Atlantic University Sea Tech y Dania Beach Pier, pero hasta las 22:30 horas los agentes no habían detenido a ninguno de los migrantes.
Según el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU., los balseros cubanos indocumentados están llegando a EE. UU. en el mayor número visto en cuatro décadas.
Incluso dando pedales en una bicicleta acuática
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