El primer ministro cubano, Manuel Marrero, reconoció en un informe el incumplimiento de algunos de los objetivos de la Tarea Ordenamiento, por lo que es «necesario rectificar y adoptar nuevas decisiones».
En el documento de rendición de cuentas que se presentará ante los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular la próxima semana, Marrero advierte que la reforma económica aplicada desde inicios de este año no consiguió darle al cup «el papel que le corresponde como centro del sistema financiero cubano, transformar los ingresos de la población y eliminar gradualmente los subsidios excesivos y gratuidades indebidas».
El paquete de medidas puesto en marcha en plena pandemia pretendía eliminar la dualidad monetaria y cambiaria que distorsionaba la economía cubana y no permitía medir correctamente sus resultados.
Además, incluyó un aumento de los salarios, la devaluación del peso cubano un 2.300% y el establecimiento de nuevos precios de la canasta de productos y servicios para limitar las gratuidades y los subsidios, que las autoridades consideraban una carga para el presupuesto estatal, deprimido ante la escasez de divisas.
Tras casi un año de la implementación de la reforma monetaria, el jefe de gobierno reconoció que se han generado «resultados no deseados y múltiples insatisfacciones entre la población», al tiempo que señaló “problemas de diseño y las dificultades propias en su implantación».
En el informe, Marrero afirmó que el “efecto positivo esperado del incremento de los ingresos, a partir de la aplicación de la reforma general de salarios, pensiones y prestaciones de la asistencia social, ha sido minorado por el sostenido crecimiento de los precios, lo que afecta la capacidad de compra, con mayor impacto en las personas de menor poder adquisitivo”.
El texto deja implícito que el peso cubano ha perdido sus funciones básicas ante las monedas extranjeras que circulan en la isla y la Moneda Libremente Convertible (MLC), un tipo de dólar bancario establecido por el gobierno para recaudar divisas, que gana cada vez más espacio en el mercado minorista.
Explica sobre la reforma monetaria que la disminución de los ingresos en divisas junto a la escasez de ofertas de bienes y servicios en moneda nacional impacta en la inflación.
De acuerdo con el primer ministro cubano, un “grupo de trabajo evalúa medidas para avanzar en su control, contención y en la recuperación progresiva de las funciones del peso cubano; mientras tanto el gobierno continúa garantizando las necesidades básicas de la población”.
El peso cubano cotiza a la baja frente al euro, el MLC y el dólar en el mercado negro de divisas, donde se observa una inflación del 7.900%.
En consecuencia, el valor de la canasta de bienes y servicios diseñado por el gobierno para el escenario del «ordenamiento», que se había fijado en 1.528 pesos, se ha triplicado hasta alcanzar los 3.250, según cifras oficiales.
