Florida también enviará inmigrantes ilegales fuera de su estado

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Envueltos miles de cubanos en la controversia de que si los cubanos que vienen son inmigrantes de pan con bistec* o no, el gobernador de la Florida, el republicano Ron DeSantis dice que hará lo mismo que su homólogo, y republicano también, Greg Abbot, de Texas.

De hecho, DeSantis fue más preciso en su intento de «deportación» de su estado de los inmigrantes ilegales, y dijo que los fondos ya están para transportar a los inmigrantes ilegales fuera del estado de la Florida, en lo que Fox News cataloga como una suerte de proceso de reubicación.

El gobernador DeSantis dijo que tendrá acceso a los fondos asignados para reubicar a los inmigrantes ilegales apenas firme el nuevo presupuesto en algún momento antes del 1 de julio, y se espera que lo firme el día 11 de julio. ¡Vaya fecha esa para los cubanos!

Y si bien la Casa Blanca se ha mostrado contraria a esta «idea» salida del cerebro del gobernador de Texas, la cual ha catalogado como «publicidad», lo cierto es que al parecer, ya DeSantis, en la Florida, tenía en mente «deportarlos» hacia otro estado.

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Así se lo confirmó a Fox News Un portavoz de la oficina de DeSantis.

Este aclaró al medio que «el transporte de inmigrantes ilegales fuera de Florida estaba incluido en las recientes recomendaciones presupuestarias del gobernador» y dijo que «el presupuesto propuesto por la Legislatura estatal incluye $12 millones para que el Departamento de Transporte de Florida saque a los inmigrantes ilegales de Florida y los reubique.»

«La legislatura cumplió con esta prioridad, junto con muchas de las propuestas del gobernador otras prioridades para proteger a los floridanos de los impactos dañinos de la crisis fronteriza de Biden», dijo el portavoz de DeSantis.

«No es responsabilidad de los floridanos subsidiar a los extranjeros para que residan ilegalmente en nuestro estado; no dimos nuestro consentimiento a la agenda de fronteras abiertas de Biden», dijo su oficina, y agregó que Florida tendrá acceso a los fondos asignados para la disposición cuando firme el nuevo presupuesto en algún momento antes del 1 de julio.

Un problema de manejo del lenguaje

Hace apenas unas horas, cuando un grupo de reporteros se pusieron un poco «incómodos» durante una conferencia de prensa que abordaba el tema, DeSantis los expulsó.

Si bien es cierto que como gobernador tiene la potestad para ejecutar esta medida – ojo, habría que discutir si constitucionalmente tienen ellos el derecho de decidir dónde enviar un inmigrante ilegal, lo cual ya es harina de otro costal – el principal problema es «cómo lo ha dicho» el gobernador.

A todas luces suena burlesco e inapropiado su referencia a «Martha’s Vineyard» o Delaware, como destino para tales migrantes. Peor aún es esa referencia que serán enviados «a otros estados ‘progresistas’ cuyos gobernadores respaldan violaciones flagrantes de la ley federal de inmigración».

Delaware, estado natal del presidente Biden, suena, para un potencial grupo de cubanos que podrían ser enviados allá a «casa de las quimbambas». Un lugar frío para migrantes que proceden de países cálidos, con una culturaás apegada a las costumbres de la Florida, que al norteño estado.

¡Y ni hablar del idioma!

Esa referencia de DeSantis a que enviará a los inmigrantes ilegales que son «arrojados» – dijo – al Sunshine State a estados santuarios como el estado natal de Biden, suena a pique, y duro, con el mal manejo de parte de Biden del tema migratorio.

Recordemos que DeSantis ha ido siempre en contra de todo lo que el inquilino de la Casa Blanca ha dicho o firmado. Recientemente discutió la terminación de la política de salud del Título 42 por parte de la administración Biden, que le dio a la administración la capacidad de prohibir la entrada de personas al país durante una crisis de salud como la pandemia de COVID-19. Y no le faltan razones a DeSantis

El caldo perfecto en la Florida contra los inmigrantes cubanos

Lo que si parece a todas luces raro, muy raro, es que miles de cubanos que cruzaron frontera y llegaron a EE.UU. como inmigrantes ilegales ahora actúen como si fuesen más gringos que John Smith.

Miles de cubanos – ¿la cifra es exagerada? – se han «plantado» en las redes sociales principalmente y rechazan esta oleada masiva de inmigrantes provenientes de Cuba – los hay, claro, de otros muchos países, pero después de mexicanos, lo que más está entrando por la frontera sur desde marzo son cubanos – y piden incluso que no les den ayuda federal.

Estamos hablando de inmigrantes ilegales cubanos que, cuando llegaron a los EE.UU. en los años anteriores recibieron ayuda de todo tipo. Furestán a troche y moche. Y Medicai para curarse hasta una uña con hongos.

Estamos hablando, claro, dentro de ese grupo inmenso, de cubanos que aún trabajando, seguían teniendo acceso al fondo EBT y otros que, en el momento de los taxes, inventan más que un mago para exprimirle la teta todo lo que puedan, al IRS.

Más bien parece lógico exigir que el proceso de admisión en la frontera sea más estricto, visto que por ahí está entrando hasta malanga con su puesto de viandas.

Tan peligroso resulta, que incluso se especula – y razones no faltan para pensarlo – con la idea de que el gobierno cubano haya abierto el banderín para conseguir más presión de este lado, con relación a un eventual acercamiento a los EE.UU. y que se ejerza más presión política para la llamada «reunificación familiar» que no es otra cosa en la mente de ellos que más dinero para sus bolsillos y sus fetecunes.

Lo cierto es que, desde hace rato, el exilio cubano se ha fracturado. De un lado están los históricos, a los que sumaríamos otros que pudiéramos llamar «genuinos». Gente que salió de Cuba y que jamás le interesó poner un pie allá y que ha condenado, a lo largo de los años, y de manera consecuente, la política de apartheid del gobierno cubano. Gente que en su inmensa mayoría vino a trabajar a este país, a levantarlo, y que de paso, en menos de nada, consiguieron convertir una ciudad de 4 casas sobre un pantano, en una ciudad que ya tiene un nombre a nivel mundial y el aeropuerto más transitado del 2021: MIAMI.

Del otro, están «los otros», los del invento y el tarjeteo – el que no lo sea y no sea «histórico o genuino» conforme su propio grupo – los que llegan por la frontera alegando ser perseguidos políticos en Cuba, y al año y un día ya tienen las maletas listas para regresar de visita a la isla.

Si eso se entiende, se entenderá que ahora mismo DeSantis no tendrá oposición alguna en mandar los inmigrantes ilegales que lleguen a la Florida para el estado que él quiera. Incluso a los cubanos.

Una «deportación» de cubanos fuera de la Florida, hace 30 años atrás – quizás 20 – era impensable. Hoy, un día como hoy, Miguel Saavedra no sacaría su aplanadora ni para fregarle «las ruedas».

* inmigrantes de pan con bistec: Así les llaman a ciertos inmigrantes cubanos en Miami que llegan a los EE.UU. a «comer» básicamente, a llenarse la barriga, coger libras y a olvidarse de los problemas políticos en Cuba; y de la falta de derechos humanos y de libertades en la isla, a pesar de que ese fue el argumento que usaron en la frontera, o en la corte de Inmigración para sustentar su status de «Asilado Político»

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