Una joven cubana fue asesinada por su expareja el pasado domingo en una localidad del centro de Cuba, según informó el Observatorio de Género de la revista Alas Tensas, que cifra en al menos 19 el número de feminicidios ocurridos en lo que va de año en la isla.
“La cubana Darisleni Fuentes Infante de 32 años, fue asesinada por su expareja el pasado 19 de marzo en el Consejo Popular de Pesquería, perteneciente al municipio Baraguá, en Ciego de Ávila”, denunció en redes sociales el colectivo feminista.
De acuerdo con la publicación, el violento suceso habría ocurrido en la madrugada cuando la joven salía de una fiesta.
Hasta el momento no existen informes oficiales sobre el nuevo feminicidio, confirmado por familiares de la víctima consultados por el Observatorio de Género de Alas Tensas.
“A Darisleni la sobrevive un niño de 14 años”, precisa el texto, y añade que el adolescente no era hijo del agresor.
A falta de cifras oficiales sobre feminicidios y violencia contra las mujeres y niñas en Cuba, varios colectivos feministas realizan la difícil tarea de registrar y verificar cada caso, gracias al apoyo de en una red de activistas independientes dispersas a lo largo de la isla.
Pese a la grave crisis que se observa en los últimos meses, las denuncias de las defensoras de las féminas rara vez aparecen reflejadas en la prensa estatal cubana, que tampoco ofrece sus espacios a las justas demandas de una legislación y de refugios que protejan a las mujeres de las agresiones por cuestiones de género.
Una reciente investigación de Cubanet refleja la gravedad del problema: “en 13 de las 15 provincias del país se ha reportado al menos un feminicidio. En el caso de La Habana, Sancti Spíritus, Camagüey, Holguín y Matanzas se han verificado dos asesinatos de mujeres”.
De acuerdo con el medio independiente, la mayoría de esos asesinatos (14) ocurrieron en espacios públicos y en igual número de casos los victimarios eran hombres cercanos a las víctimas, en muchos casos habían mantenido o mantenían relación de pareja con ellas.
El único de los feminicidios que llegó a las páginas de la prensa oficialista tuvo lugar dentro de la estación de policías de Camalote, en Camagüey, donde la joven de 17 años Leydi Bacallao fue ultimada por su expareja frente a los agentes del orden que se supone debieron protegerla.
