El famoso edificio Naroca de La Habana “se ahoga en agua de fosa, mosquitos pestilencia y enfermedades”, según denunció María Orizondo a través de Facebook.
De acuerdo con lo que detalló esta cubana en el grupo ‘El Vedado de Hoy’, las autoridades conocen la situación del inmueble ubicado en la popular esquina de Línea y Paseo, en El Vedado, ya que “cartas a todos los niveles fueron enviadas”, pero “nadie nos escucha”.
Para Esperanza Carbonell, también vecina del barrio capitalino, lo que ocurre con el Naroca evidencia que existe un cinismo que “no tiene límites”, así como “la falta de honradez”, porque supuestamente el Consejo de la Administración del municipio de Plaza de la Revolución se reúne semanalmente para “dar atención” a este tipo de planteamiento.
“¿Cuándo es que se van a dar cuenta que Cuba es la cuna del cinismo, de la mentira, de la verborrea, donde en el fondo no se encierra ningún tipo de solución para ningún problema de nadie que pertenezca al pueblo, a los cubanos de a pie?”; “Se reúnen, pero no resuelven nada” y “Se reúnen para simular que trabajan y seguir cayéndole a mentiras al pueblo. Creen que somos estúpidos”, comentaron algunos usuarios al respecto.
Otros internautas afirman que es “impresionante el desinterés y la desidia que se está viviendo”, e insinuaron que esta realidad parece salida de la película ‘Memorias del subdesarrollo’.
Este mismo lunes, el fotorreportero Pedro Luis García, un activo colaborador de ‘El Vedado de Hoy’, criticó el estado en que se encuentra la esquina de 11 y E, a pocas cuadras del edificio Naroca, de donde se habría lanzado una mujer en marzo pasado.
“Esto no tiene comparación en la historia”, señaló García al pie de las fotografías con las que expuso el vertedero de basura que hay en 11 y E.
De acuerdo con García, la basura “pulula” en las calles de El Vedado donde no hay hoteles.
Un informe reciente del Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana reveló que en La Habana se acumulan diariamente algo más de 7.600 metros cúbicos de basura en espacios públicos, es decir, el equivalente a poco más de tres piscinas olímpicas de basura al día.
A tenor con el citado estudio, como promedio, en la capital cubana se recoge sólo el 68% de la basura generada, mientras el resto permanece en las calles “creando focos de infección y hasta incendios urbanos por la producción de gas metano”.
