Heidi y Bruce Sawotsky, una pareja de St. Charles, están esperando pacientemente la llegada de una familia de migrantes cubanos a su hogar, a los que patrocinaron desde los Estados Unidos.
Esta es la historia que recoge KMOV, un medio local desde Saint Louis, Missouri.
El portal señala que los Sawotsky conocieron a Ida, la madre de la familia, hace cinco años en La Habana y desde entonces han mantenido una estrecha amistad, y ahora que la familia de Ida, incluyendo a su esposo y dos hijos pequeños, decidió emigrar a Estados Unidos debido a la difícil situación económica y política en Cuba, ellos decidieron echarles una mano.
KMOV recoge además cómo, recientemente, el Consejo del Condado de St. Charles votó sobre una resolución que se oponía a un programa federal que facilita la llegada de migrantes de países latinoamericanos, incluyendo Cuba.
La resolución no fue aprobada debido a un empate en la votación. Heidi Sawotsky se presentó en la reunión del consejo para expresar su oposición a la resolución, destacando la importancia de desafiar tales medidas en Estados Unidos.
El programa federal en cuestión está actualmente bajo revisión judicial en Texas, y se espera una decisión en los próximos meses.
Mientras, el Instituto Internacional de St. Louis trabaja para facilitar este proceso a migrantes de varios países latinoamericanos. Sin embargo, algunos políticos locales, incluido un miembro del consejo que patrocinó la resolución, argumentan que el programa es ilegal y expresan preocupación por la carga potencial que podría suponer para la comunidad.
Dentro de este difícil contexto relacionado con este programa de ayuda, se encuentra esta familia cubana que buscó patrocinio para venir a Estados Unidos. Ellos han presentado su solicitud y han pasado por exhaustivas verificaciones de antecedentes, pero el proceso puede tardar hasta tres años, señala Heidi Sawotsky, quien enfatizó su deseo de brindarles una vida mejor, mientras expresa su preocupación porque ellos vivan bajo el gobierno comunista de Cuba.
El destino del programa sigue siendo incierto ya que todavía se encuentra en un tribunal federal, a la espera de la decisión de un juez que potencialmente podría detener o continuar el programa. Independientemente de la decisión, puede estar sujeta a nuevas apelaciones y continuar durante varios años más.
Mientras tanto, los Sawotsky se han preparado para recibir a la familia, incluso realizando verificaciones financieras y de antecedentes requeridas por el gobierno federal.
La familia cubana busca una vida mejor en Estados Unidos, con acceso a una mejor medicina y una economía más estable, y están dispuestos a trabajar duro para lograrlo.
Vivirán en la casa, junto a sus amigos, que les han acondicionado un espacio para que puedan comenzar su nueva vida al menos con un techo y comida. Los próximos pasos serán seguramente dados por ellos.
Esta historia es identificativa, entre otras cosas, del valor que personas que se conocen desde relativamente corto tiempo le dan a la amistad. Los Sawotsky y esta familia cubana, a pesar de conocerse solo desde el 2018, han decidido dar un paso importante: convivir juntos.
Son diferentes culturas, diferentes modos de vida, ideas diferentes, lenguaje diferente, pero sin dudas es una muy bonita historia, allí donde hasta las propias familias cubanas se niegan a darle una mano a otros, que estos norteamericanos decidan sacrificar espacio y privacidad en su casa, por ayudar a unos amigos que conocieron hace apenas 5 años, a salir adelante.
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