El comunicador cubano Iroel Sánchez, una de las voceros más conservadores del gobierno y el Partido Comunista de Cuba (PCC), falleció en la tarde de este jueves en La Habana, a los 58 años.
De acuerdo con reportes de la prensa oficial cubana, que omiten la causa de su muerte, Sánchez era graduado de Ingeniería informática por la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (CUJAE), aunque desarrolló su carrera en los ámbitos de la propaganda política frente a instituciones culturales y publicaciones estatales de la isla.
Una extensa nota necrológica publicada por Cubadebate precisa que el funcionario nacido en Santa Clara en 1964 “desempeñó importantes responsabilidades en la FEU y la UJC y fue un combativo militante del Partido Comunista de Cuba”.
Asimismo, destaca que cumplió misión en Angola y recibió las medallas “Por la Defensa de Cuito Cuanavale, Combatiente Internacionalista de Primera Clase, Por la Victoria Cuba-República Popular de Angola y Servicio Distinguido de las Fuerzas Armadas Revolucionarias”.
Sánchez fue director de la Casa Editora Abril y presidente del Instituto Cubano, cargos en los que recibió duras críticas debido a la censura que aplicó a escritores y periodistas que se salían de la línea ideológica trazada por el PCC o ejercían la crítica sobre la realidad del país.
Fue también fundador de la revista cultural La Jiribilla y de la Red de Intelectuales, Artistas y Luchadores Sociales En Defensa de la Humanidad, una organización dedicada al proselitismo en favor de las políticas del gobierno cubano en la arena internacional.
A partir de 2009, Sánchez estableció su base de operaciones en un departamento del Ministerio de Comunicaciones, desde donde se dedicó a reclutar cibercombatientes para facilitar la diseminación de contenido propagandístico del gobierno en sitios de Internet y en las redes sociales.
Desde su blog La pupila insomne, realizó ataques personales contra varios activistas por los derechos humanos y opositores al sistema que rige los destinos de Cuba desde hace más de 60 años.
Además, fue fundador de diversos espacios propagandísticos como La Mesa Redonda, Cubadebate, Cuadrando la Caja y Con Filo, la enciclopedia colaborativa cubana Ecured, y el programa de televisión La pupila asombrada.
