Datos oficiales divulgados por las autoridades de Estados Unidos indican que unos 102.000 cubanos arribaron a ese país en los últimos 12 meses, una cifra inédita en varias décadas, que supera la registrada durante la Crisis de los balseros de 1994.
La actual ola migratoria que protagonizan los cubanos se aceleró desde la reapertura de las fronteras tras los cierres a causa de la pandemia y la decisión del gobierno nicaragüense de otorgar libre visado a los ciudadanos provenientes de la isla.
De acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP), sólo en los últimos seis meses la cifra de inmigrantes cubanos que atravesaron la frontera sur del país norteamericano ascendió 79.800, lo que representa más del doble de las estadísticas de todo el año fiscal 2021.
En medio de una profunda crisis económica y política agudizada por la pandemia de COVID-19 y el fracaso de la llamada Tarea ordenamiento, sumada a la represión del gobierno tras las protestas del pasado 11 de julio, muchos cubanos ya no ven su futuro en la isla.
En reiteradas ocasiones las autoridades cubanas han culpado a Estados Unidos de propiciar la emigración irregular de cubanos hacia su territorio por incumplir su parte del acuerdo entre ambos países, que incluye la emisión de 20.000 visas para ciudadanos de la isla.
No obstante, varios expertos coinciden en que de cumplirse esa parte del acuerdo por parte de Estados Unidos, no frenaría la actual ola migratoria porque se percibe una disposición cada vez mayor a emigrar en la población económicamente activa de Cuba.
La semana pasada representantes de los gobiernos de los dos países se dieron cita en Washington para discutir sobre la crisis migratoria, aunque poco o nada se resolvió en el encuentro más allá de una ratificación de los acuerdos vigentes, incumplidos también por Cuba, que no acepta recibir a sus nacionales deportados por Estados Unidos desde octubre pasado.
