El gobierno de Estados Unidos impuso restricciones de visa a nueve funcionarios cubanos implicados en la represión de las protestas convocadas para el pasado 15 de noviembre, anunció este martes el secretario de Estado de ese país, Antony Blinken.
El Departamento de Estado “implementó estas acciones específicas de conformidad con la Proclamación Presidencial 5377, que suspende la entrada de no inmigrantes a los Estados Unidos de funcionarios y empleados del gobierno cubano”, informa un comunicado de la institución gubernamental.
El listado de personas sancionadas, cuyas identidades no han sido reveladas, se incluyen miembros de alto rango de los Ministerios del Interior y las Fuerzas Armadas Revolucionarias involucrados con “intentos de silenciar las voces del pueblo cubano mediante la represión y detenciones injustas”, añade la nota.
De acuerdo con el texto difundido en el sitio web oficial del Departamento de Estado, desde los días anteriores a la fecha señalada para la marcha pacífica, “el régimen cubano acosó a activistas con turbas patrocinadas por el gobierno, confinó a periodistas y miembros de la oposición en sus hogares, revocó las credenciales de los periodistas para reprimir la libertad de prensa y detuvo arbitrariamente a ciudadanos cubanos que intentaron protestar pacíficamente”.
En vísperas de las protestas varios voceros de la administración de Joe Biden habían amenazado a La Habana con aplicar más sanciones si no permitían las manifestaciones o las intentaban reprimir, al tiempo que abogaban porque las autoridades cubanas respetaran el derecho a las libertades de expresión y manifestación pacífica.
El 15N no ocurrieron protestas, aunque algunas personas salieron a las calles vestidas de blanco como habían pedido los organizadores de la marcha.
La mayoría de los líderes disidentes sufrieron actos de repudio frente a sus casas y algunos de ellos fueron detenidos.
El Departamento de Estado detalla que los funcionarios sancionados “tomaron medidas para negar a los cubanos su derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica”.
Explica que esas restricciones de visa “promueven nuestro objetivo de apoyar al pueblo cubano y promover la rendición de cuentas no solo de los líderes del régimen, sino también de los funcionarios que permiten los ataques del régimen a la democracia y los derechos humanos”.
El texto concluye que Estados Unidos continúa usando las herramientas diplomáticas y económicas para “impulsar la liberación de los presos políticos y apoyar el llamado del pueblo cubano a mayores libertades y rendición de cuentas”.
