El Departamento de Estado de EE.UU. comunicó este lunes que “está explorando opciones para aumentar la dotación de personal de la Embajada de los Estados Unidos en La Habana para facilitar la participación diplomática y de la sociedad civil y la prestación de servicios consulares, manteniendo una postura de seguridad adecuada”.
A un año de que la Casa Blanca anunciara la revisión de su política hacia Cuba, un portavoz del Departamento de Estado estadounidense reiteró que el abordaje de la situación en la isla es una de las prioridades de la Administración encabezada por Joe Biden.
“Nuestra política hacia Cuba se centra ante todo en el apoyo al pueblo cubano, incluido su bienestar político y económico, y los derechos humanos. Esto significa que estamos comprometidos a promover la rendición de cuentas de los funcionarios del gobierno cubano involucrados en abusos contra los derechos humanos”, afirma el comunicado difundido por el sitio digital del Consejo Comercial y Económico EE.UU.-Cuba.
De acuerdo con el documento, como parte de la respuesta a las directivas del presidente Biden, el gobierno de EE.UU. está “considerando opciones” para facilitar las remesas de los residentes en el país norteamericano a sus parientes en la isla, que “darían el máximo beneficio directamente al pueblo cubano y minimizarían cualquier beneficio para el gobierno cubano y su ejército que ayudaría en la represión de los ciudadanos cubanos”.
Entre tanto, la Administración Biden colabora con empresas tecnológicas estadounidenses para mejorar el acceso a internet del pueblo cubano, añadió.
El texto refiere que el gobierno de Estados Unidos trabaja para aumentar los lujos de apoyo humanitario a los cubanos de acuerdo con las autorizaciones y exenciones permitidas por las leyes del embargo económico a la isla.
“El gobierno de los EE. UU. colabora con organizaciones no gubernamentales y grupos religiosos para facilitar donaciones privadas y otras exportaciones de equipos médicos y relacionados con la salud, alimentos básicos y artículos básicos de tocador y productos de higiene para el pueblo cubano”, indica el comunicado.
Respecto a la represión y los procesos judiciales vinculados con las masivas protestas ocurridas en varias ciudades cubanas el pasado 11 de julio, el texto recuerda que tanto el presidente Biden como el Secretario de Estado, Antony Blinken, condenaron la respuesta del las autoridades de la isla contra los manifestantes y continúan denunciando la “naturaleza atroz de estas detenciones, como las sentencias de décadas impuestas a los manifestantes, incluidos menores de edad”.
Además, subraya que Estados Unidos ya ha impuesto cuatro rondas de sanciones contra funcionarios cubanos relacionados con la ola represiva y la violación de los derechos humanos de opositores y manifestantes.
Bajo el programa Global Magnitsky, EE.UU. impuso restricciones de visado contra 17 funcionarios del gobierno y oficiales de los servicios militares y de seguridad cubanos implicados en esos hechos.
“La Administración consulta diariamente con los cubanos en la isla y con la diáspora cubana en todo el mundo que representan opiniones muy diversas. Hablamos con líderes de la comunidad cubanoamericana de todo el espectro político, incluido el debate sobre el entorno actual de derechos humanos, pero también sobre las formas en que podemos abordar el empeoramiento de la crisis humanitaria en la isla”, explica el texto.
