Recientes decisiones a nivel gubernamental en Cuba hacen saltar las alarmas dentro de la población, y ya algunas «secuelas» comienzan a verse de «la que se avecina».
Hace apenas unas horas el gobierno cubano anunció a través de un programa de la Mesa Redonda, del aumento más que significativo en los precios del combustible, que entrará en vigor el 1 de febrero de 2024, y desde las redes ya se anuncia, entre el sarcasmo y la desesperanza que, quien desee viajar de Occidente a Oriente o a la inversa, este año, que aproveche y viaje antes de esa fecha, porque un viaje de esos pudiera hasta ser más caro que uno La Habana – Managua.
El aumento, dijo el gobierno, se debe a la necesidad de enfrentar problemas económicos y reducir los subsidios al combustible.
Aquí hay un resumen de los cambios en los precios del combustible:
- La gasolina motor, conocida como B83, se venderá a un precio minorista de 0.95 dólares o 114 pesos cubanos por litro.
- La gasolina regular (B90) tendrá un valor de 1.10 dólares por litro o 132 pesos cubanos en los servicentros que comercien en esa moneda.
- La gasolina especial (B94) se venderá en 1.30 dólares o 156 pesos cubanos por litro.
- El diésel regular, el tipo más consumido, tendrá un precio de 1.10 dólares por litro o 132 pesos cubanos.
- La gasolina súper especial (B100) costará 1.65 dólares por litro o 198 pesos cubanos.
Estos cambios también incluyen la eliminación de subsidios en moneda nacional al combustible y la creación de nuevos servicentros en dólares, con métodos de pago como tarjetas o cupones. Sin embargo, se advirtió que incluso con el aumento de precios, no se podrá garantizar completamente el abastecimiento de la red de servicentros.
Al respecto opinaba el periodista José Raúl Gallego.
Este aumento en los precios del combustible forma parte de un conjunto de medidas que incluyen aumentos en otros productos y servicios básicos, como el cigarro, los tabacos, la medicina verde, el gas licuado, el agua, el gas, el transporte y la energía, entre otros, entre los que destacan cambios introducidos en el cálculo de las pensiones que resultarán en pagos menores para algunos jubilados.
Estos cambios, establecidos en el Decreto Ley 99, se aplican a aquellos jubilados que hayan generado mayores ingresos a través del cobro de utilidades en los últimos 15 años de trabajo. La base de cálculo de las pensiones ahora se determina por el salario promedio mensual obtenido de los mejores salarios durante cinco años, seleccionados de los últimos 15 años antes de la solicitud de la pensión.
Sin embargo, la novedad es la introducción de una «escala regresiva» en las utilidades, donde las utilidades hasta 9,510 pesos cubanos se considerarán al 100% para el cálculo de la pensión, pero cualquier excedente de 28,530 pesos se verá afectado por un descuento del 20%.
Estos cambios buscan reducir los gastos excesivos del presupuesto de seguridad social, debido a las altas pensiones causadas por la inclusión de utilidades en su cálculo. Aunque se argumenta por motivos económicos, algunos ven esto como un retroceso en el sistema socialista, ya que afecta a aquellos que trabajaron más y recibieron utilidades por su esfuerzo.
Es importante destacar que estas modificaciones no afectan las pensiones mínimas, que han experimentado cambios en los últimos años pero aún no son suficientes para cubrir el costo de vida en Cuba, y muchos jubilados con pensiones mínimas se consideran pobres según los estándares internacionales.
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