Un hombre en Inglaterra se declaró culpable de haber explotado a un trabajador vulnerable al que mantuvo como un verdadero esclavo, retenido y cautivo dentro de un cobertizo congelado, sin luces ni calefacción, ¡durante 40 años! Lo llaman Esclavitud moderna. Y lo es. Lamentablemente.
Esta es una de esas historias que resultan hasta difíciles de creer, porque estamos en el Siglo XXI, aunque esta historia viene desde el siglo anterior, el Siglo XX… ¡Pero ni siquiera así!
Es que no estamos en épocas donde existan los esclavos, aunque a muchos nos parezca una esclavitud que en países de Asia tengan a niños trabajando en zapaterías o en fábricas textiles en condiciones que casi pueden llamarse esclavistas, pagándoles una miseria de trabajo por elaborar artículos que luego se venden en cientos y miles de dólares.
El señalamiento también para aquellos que explotan a los trabajadores agrícolas en los países latinoamericanos y le pagan a los campesinos una miseria por el café que luego venden con grandes márgenes comerciales de venta.
Eso, a un lado, no se compara con la historia de este hombre, que fue obligado a dormir en un cobertizo de 6 pies y trabajar por tan solo £ 10 por día durante más de 40 años.
La víctima, cuyo nombre no ha sido dado a conocer, fue descubierta en octubre de 2018 por Gangmasters and Labor Abuse Authority (GLAA), una entidad que protege a los trabajadores vulnerables y explotados.
GLAA conoció de la historia tras recibir un aviso de una línea de ayuda confidencial.
Después de una investigación de tres años, y con el apoyo de la policía de Cumbria y la Agencia Nacional contra el Crimen (NCA), se descubrió que la víctima, que entonces tenía 58 años, vivía en un pequeño cobertizo de madera verde en Hadrian’s Caravan Park, cerca de Carlisle, un campo de trailers, en un lugar practicamente remoto, a 168 kilómetros de Manchester, en el Reino Unido.
El hombre, que se decía que parecía «desaliñado y agitado», le dijo al equipo de rescate que había estado viviendo allí durante 40 años y preguntó si podía lavarse, antes de ir a dar declaraciones.
Pidió la ducha y dijo que había estado usando durante todo ese tiempo un fregadero en la cocina de un edificio cercano, para asearse.
Cuando fue entrevistado, el hombre reveló que había trabajado en granjas desde los 16 años, realizando tareas como pintar, colocar listones y asfaltar por tan solo £ 10 por día.
Horas después fue arrestado un hombre llamado Peter Swailes. Este es el hombre que mantuvo a la víctima cautiva y explotada durante 40 años en pésimas condiciones.
Tan pésimas eran, que el tribunal que lo escuchó luego, en el juicio apenas si podía creerlo. El cobertizo, estrecho, estaba en malas condiciones, sin calefacción, un edredón sucio en el piso y tenía como electrodoméstico, un televisor pequeño.
Afirma uno de los medios que dio a conocer esta increíble historia que «los oficiales de GLAA notaron que otro cobertizo en el parque de caravanas utilizado para albergar al perro de la misma familia, estaba en mejores condiciones.»
Ley de Esclavitud Moderna de 2015
Señala la nota que, cuando los oficiales de GLAA capturaron al esclavista bajo sospecha de los delitos cometidos y arrestado bajo la Ley de Esclavitud Moderna de 2015, este dijo:
«No me vengan con todo este cuento de la esclavitud de nuevo».
El hombre, ya anciano, falleció en septiembre de 2021; pero sin embargo, su hijo, Peter Swailes Jr, que también explotaba a la víctima, se declaró culpable ahora de conspirar con su padre para organizar o facilitar el viaje de otra persona con miras a que fuera explotado.
Swailes se declaró culpable en Carlisle Crown Court ayer martes 18 de enero. Fue puesto en libertad bajo fianza y será sentenciado el 4 de febrero próximo.
La víctima fue aceptada en el Mecanismo Nacional de Referencia (NRM, por sus siglas en inglés) del gobierno desde el día que fue rescatada y continuará recibiendo apoyo de especialistas.
Hablando sobre el impactante caso, el investigador principal de GLAA, Martin Plimmer, dijo:
«Esta ha sido una investigación realmente desgarradora.»
«En todos mis años en la aplicación de la ley, nunca he conocido un caso de esclavitud moderna en el que la explotación haya tenido lugar durante un período de tiempo tan largo.»
Plimmer calificó la investigación como «muy compleja, que ha planteado numerosos desafíos en el camino,» y dio más detalles sobre la víctima.
«(…) lo primero y más importante en mi mente en este momento es la víctima. Recordemos que ha sido explotado durante toda su vida adulta hasta hace solo unos años. Ahora tiene poco más de 60 años. Esto es algo que incluso ahora me cuesta comprender. Durante cuatro décadas, fue mantenido como esclavo»
Plimmer dijo que a pesar de la ayuda psicológica que le están brindando a la víctima, él está consciente que «estará traumatizado por su experiencia por el resto de su vida.»
«Me comprometo a garantizar que continúe teniendo el apoyo regular y constante que necesita, lo que le permite llevar una vida lo más normal posible dadas las circunstancias,» expresó finalmente.
Esta historia fue publicada originalmente en BBC.
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