En un contexto de crisis energética sin precedentes, que ha sumido a Cuba en una oscuridad tanto literal como figurada, emerge una luz de esperanza con la reciente reactivación de la central termoeléctrica Antonio Guiteras. La Guiteras, pieza clave en el puzzle energético de la isla, había sido desconectada del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) debido a una avería, exacerbando los ya críticos apagones que han provocado una ola de descontento y protestas en la población.
La Unión Eléctrica (UNE) confirmó que, tras una breve pausa para atender ciertos desperfectos y realizar ajustes en los equipos principales, la central ha retomado su carga según los procedimientos establecidos.
Este acontecimiento no solo alivia en cierta medida la presión sobre el frágil sistema energético de la isla sino que también representa un simbolismo de resistencia y resiliencia en medio de la tempestad. Sobre todo para el régimen de la isla.
Los apagones, que han llegado a durar hasta 17 horas diarias en algunos territorios, no solo han puesto de manifiesto la fragilidad de la infraestructura cubana sino que también han catalizado un clamor popular por cambios sustanciales. Las protestas, reflejo del hartazgo y la desesperación, han sacudido los cimientos de la isla, desafiando a un régimen que, en respuesta, ha mostrado su cara más represiva.
Protestas en Santiago de Cuba y Bayamo
Cubalex, organización no gubernamental promotora de los derechos humanos, dio ya a conocer algunos de los nombres de cubanos que han sido detenidos y su paradero es desconocido hasta el momento.
La organización ya cuenta con varios nombres.
Uno de ellos es Karel Artiles. Artiles es uno de los detenidos por las manifestaciones en El Cobre. Él y Oriesel García, y otro joven de la localidad aún pendiente a ser identificado, fueron trasladados a Versalles, la unidad de operaciones de la Seguridad del Estado en Santiago de Cuba.
Otros dos, Leandro Tamayo y un amigo de este identificado como Raúl, fueron detenidos de manera violenta el 17 de marzo en Bayamo, confirmaron familiares y amigos de ambos a Cubalex.
Las protestas se iniciaron la tarde del domingo 17 de marzo en la céntrica Avenida de Carretera del Morro y calle 9 de Veguita de Galo, en Santiago de Cuba. Tras conocerse de estas en las redes sociales, cientos de cubanos se «alzaron» en Bayamo, Granma y en Cárdenas, Matanzas. El lunes, continuaron reportándose movimientos de protesta en El Cobre, y en el distrito José Martí y Micro 9, en la capital santiaguera. En El Cobre, presuntamente protagonizado de manera pacífica por familiares de los detenidos.
La situación en Santiago de Cuba es especialmente representativa del panorama nacional. Beatriz Johnson, primera secretaria del partido en la provincia, intentó apaciguar los ánimos con recorridos por los mercados, subiéndose a una placa (techo de vivienda) y enfrentándose a un pueblo que ya no se conforma con promesas vacías. Los reclamos son claros: corriente, comida, y libertad, demandas básicas que reflejan la profundidad de la crisis.
¿La reactivación de la Guiteras frenó los ánimos de los protestantes?
La reactivación de la Guiteras, si bien es una victoria pequeña en el gran esquema de las cosas, es un recordatorio de que la solución a los problemas estructurales de Cuba requiere de una voluntad política que parece escasear. El gobierno, mientras tanto, intenta proyectar una imagen de control, recurriendo a la represión como respuesta a las voces disidentes, como lo evidencian las detenciones arbitrarias de participantes en las protestas del 17M; y achacándole la culpa al gobierno de los EE.UU.
Este escenario de crisis humanitaria, represión política y descontento social sugiere que la solución no reside únicamente en la reparación de una central eléctrica o en la distribución más eficiente de los recursos. Se requiere una revisión profunda de las políticas que han llevado a Cuba a este punto crítico. La reactivación de la Guiteras es, en el mejor de los casos, un paliativo temporal a una enfermedad que requiere un tratamiento mucho más radical.
Mientras Cuba navega estas turbulentas aguas, el mundo observa atentamente, recordando que la estabilidad y el bienestar de sus ciudadanos deberían ser la prioridad de cualquier gobierno. La Guiteras ha vuelto, pero la verdadera recuperación de Cuba aún está por verse.
Y un ejemplo claro de eso es el caso de Evelin Pineda, una joven madre que intentó suicidarse ante la imposibilidad de alimentar a su hijo con necesidades especiales.
Su caso no es único. Al menos que se conozca, de manera extraoficial, suman más de diez los cubanos que se han quitado la vida en los últimos 30 días en la isla, lo cual pone de manifiesto la desesperación que invade a muchos cubanos.
La escasez de alimentos y medicinas, un problema endémico de la isla, se ha agudizado, empujando a los más vulnerables a límites inimaginables.
A ello se suman los molestos apagones, que ni siquiera con la entrada de la Guiteras parecen haber terminado.
