Un joven cubano con nacionalidad canadiense encarcelado tras las protestas del 11 de julio en la Isla, fue enviado a una brigada de trabajo mientras espera por su juicio, a pesar de presentar serios problemas de salud, según las denuncias de su familia.
Michael Carey Abadin, de 19 años, fue arrestado el día después del estallido social que se vivió en varias ciudades cubanas, y está acusado de daños a la propiedad pública por presuntamente arrojar una piedra a una patrulla de la policía. Los fiscales piden sentencia de cinco a seis años de cárcel para el joven canadiense, de acuerdo con un reporte de CBC News.
Cuando empezaron las manifestaciones, el joven canadiense – y cubano también – Carey vivía junto a su madre, Yvis Abadin, en La Habana Vieja. Tenía planes de irse a estudiar a Canadá, incluso había comprado pasaje, pero los vuelos fueron cancelados en varias ocasiones debido a la pandemia de coronavirus.
Arrestado y bajo custodia policial, el joven canadiense enfermó de COVID-19 y luego contrajo hepatitis y herpes; según la madre del joven, la que comenta que su estado de salud se agravó a tal punto que fue trasladado a la enfermería de la Prisión de Jóvenes de Occidente, en el Guatao, La Habana.
Abadin explicó al medio canadiense que la piel de su hijo se tornó de un color amarillento a causa de la hepatitis, mientras las lesiones provocadas por el herpes se extendían por todo su cuerpo.
La mujer denunció que fue visitada por un oficial de la policía luego de que CBC News publicara los detalles de la detención del joven canadiense. Afirmó que poco tiempo después lo sacaron de la enfermería y lo enviaron a una brigada de trabajo, a chapear maleza.
«Mi hijo está en peores condiciones que antes. Ahora tiene lesiones en las piernas que están supurando», declaró la madre, a quien solo le permiten una visita a su hijo cada dos semanas.
Según la fuente, el oficial de gestión de casos consulares canadienses, Crystal Persaud, le escribió a Yvis Abadin asegurándole que “el caso de Michael es de suma importancia para el Gobierno de Canadá, y los funcionarios consulares siguen comprometidos con las autoridades cubanas mientras trabajan para obtener acceso consular y comunicarse directamente con su hijo».
Pero las leyes cubanas no reconocen la doble nacionalidad extranjera a ningún ciudadano cubano que se encuentre en Isla, y las autoridades no han permitido que funcionarios canadienses visiten al joven en la prisión, como lo exige la Convención de Viena sobre Asuntos Consulares, de la que tanto Cuba como Canadá son signatarios, añade CBC News.
Yves Abadin lamenta que el gobierno canadiense no está haciendo lo suficiente por su hijo, considerado por Human Rights Watch como el único preso político canadiense encarcelado en la Isla.
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