El mundo del cine en Hollywood se ha visto sacudido por un escándalo sin precedentes con la remoción de Karla Sofía Gascón de la campaña oficial de los Premios Oscar para la película Emilia Pérez, tras la reaparición de antiguos tuits con contenido racista y xenófobo. Lo que debió haber sido un hito histórico para la comunidad trans en el cine ha degenerado en un caos absoluto, poniendo en jaque las posibilidades del filme de alzarse con la estatuilla a Mejor Película.
Gascón hizo historia al convertirse en la primera persona abiertamente trans en ser nominada a un Oscar en una categoría de actuación, gracias a su interpretación de una exnarcotraficante que se somete a una transición de género en Emilia Pérez. Sin embargo, su gloria se ha visto opacada por la reaparición de antiguos tuits donde arremetía contra la comunidad musulmana, abogaba por la prohibición del Islam y se refería a George Floyd como «un drogadicto y un estafador», señala CBC News.
Netflix, que había apostado fuerte por el filme, ha tomado distancia de la actriz de manera fulminante. Primero eliminó su imagen de los materiales promocionales y luego suprimió toda referencia a ella en las campañas For Your Consideration, redirigiendo la atención hacia Zoe Saldaña, quien también protagoniza la película y sigue siendo favorita para ganar el premio a Mejor Actriz de Reparto, destaca Variety.
Tras la polémica, Gascón cerró su cuenta en X (antes Twitter) y emitió un comunicado pidiendo disculpas:
«Como parte de una comunidad marginada, conozco este sufrimiento y lamento profundamente haber causado dolor» señaló. No obstante, Netflix y su equipo de relaciones públicas han dejado en claro que la actriz está lidiando con las consecuencias por su cuenta, sin respaldo de la plataforma.
A esto se suma una entrevista de una hora con CNN en Español que, según fuentes cercanas, Gascón organizó sin el conocimiento ni aprobación de Netflix. En ella, la actriz osciló entre la disculpa y la negación, insistiendo en que «no soy racista» y que «no renunciaré a mi nominación porque no he cometido ningún crimen».
Un desastre para Netflix y una bomba en los Oscar
La controversia no solo ha desbaratado la estrategia de Netflix para llevarse su primer Oscar a Mejor Película, sino que también ha planteado un serio dilema para la Academia. Con Gascón teóricamente invitada a la ceremonia, las dudas sobre cómo abordar su presencia han generado un caos sin precedentes.
«No creo que haya un solo actor que quiera subirse al escenario a rendirle tributo después de todo esto», afirmó un votante anónimo de la Academia a Variety. Otro votante señaló que la polémica ha dejado «un mal sabor de boca» y que Emilia Pérez podría pagar las consecuencias en las votaciones finales.
El caso de Gascón pone en evidencia la naturaleza errática y a veces oportunista de la «cultura de la cancelación» en Hollywood. La Academia ha premiado filmes y actores con pasados problemáticos sin mayores repercusiones, como cuando Green Book ganó Mejor Película a pesar de los escándalos racistas de su guionista Nick Vallelonga y los comentarios insensibles de Viggo Mortensen. Pero la polémica con Gascón ha sido tratada con una severidad inusual, posiblemente debido a su condición de pionera trans en la historia de los Oscar.
La decisión de Netflix de deslindarse por completo de Gascón plantea preguntas sobre cómo la industria del cine maneja los escándalos: ¿se trata de un castigo proporcional o de una medida cínica para evitar daños colaterales en su primera gran oportunidad de ganar el Oscar a Mejor Película?
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Una temporada de cine marcada por el escándalo
La controversia de Emilia Pérez se suma a una temporada de premios particularmente accidentada, con otras figuras del mundo del entretenimiento vinculadas al cine también en el ojo del huracán. Neil Gaiman enfrenta una demanda por presunta trata de personas y abuso sexual, lo que ha llevado a la cancelación de varios de sus proyectos.
Según el New York Times, Scarlett Pavlovich, una exniñera que trabajó para Gaiman y su esposa Amanda Palmer, presentó una demanda en la que acusa al escritor de abuso, coerción y explotación laboral. La denuncia detalla episodios de violencia sexual que habrían ocurrido mientras ella trabajaba en su hogar en Nueva Zelanda. Pavlovich alega que Palmer facilitó la situación al no advertirle sobre el presunto peligro que representaba su esposo.
La repercusión ha sido inmediata: la editorial Dark Horse Comics anunció que no publicará más trabajos de Gaiman, Netflix decidió poner fin a su adaptación de The Sandman con la segunda temporada, y Disney canceló un proyecto basado en una de sus novelas. La comunidad literaria y audiovisual ha reaccionado con indignación, y aunque Gaiman ha negado todas las acusaciones, su carrera enfrenta un panorama incierto, señala People.
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Mientras tanto, Jesse Eisenberg, famoso por interpretar a Mark Zuckerberg en The Social Network, ha marcado distancia del fundador de Facebook tras la eliminación del programa de verificación de hechos en Meta. En una entrevista con BBC News, este actor de cine expresó su preocupación por la dirección que ha tomado la compañía bajo el liderazgo de Zuckerberg. “No quiero que me asocien con alguien que está desmantelando mecanismos de verificación de información en un mundo donde la desinformación es un problema crítico”, afirmó el actor.
Meta anunció recientemente que reemplazará a los verificadores de hechos por un sistema de “notas comunitarias”, similar al implementado en X (antes Twitter). Esta medida ha sido duramente criticada por expertos en seguridad digital, quienes advierten que la desinformación podría propagarse aún más sin controles adecuados.
Eisenberg, que hasta ahora había evitado pronunciarse sobre el creador de Facebook, dijo que su postura ha cambiado debido a la creciente influencia de las redes sociales en el discurso político y la vida cotidiana. Además, criticó el acercamiento de Zuckerberg a figuras políticas como Donald Trump, sugiriendo que los intereses económicos han primado sobre cualquier responsabilidad social.
No hay dudas de que Hollywood está actualmente convulsionado por estos escándalos.