Neil Gaiman enfrenta acusaciones serias que pudieran afectar su carrera literaria
Neil Gaiman, autor de obras icónicas como The Sandman y Coraline, está en el centro de una tormenta mediática tras las acusaciones de abuso sexual y conductas coercitivas realizadas por varias mujeres. Un artículo reciente de New York Magazine, complementado por testimonios en el pódcast Master, reveló relatos explícitos y perturbadores de supuestas víctimas, quienes describen desde relaciones BDSM no consensuadas hasta incidentes de abuso sexual en presencia de su hijo.
Entre los casos más destacados se encuentra Scarlett Pavlovich, quien trabajó como niñera para Gaiman en Nueva Zelanda. Pavlovich denunció episodios donde fue obligada a realizar actos degradantes, incluyendo uno en el que se le ordenó limpiar vómito de su agresor. Otro caso es el de Kendra Stout, quien afirmó que Gaiman la violó en 2007 mientras ella sufría una infección urinaria. Caroline, otra acusadora, declaró haber sido presionada para mantener relaciones sexuales mientras vivía en la propiedad de Gaiman, lo que culminó en un acuerdo de confidencialidad por $300,000.
Gaiman ha negado todas las acusaciones, afirmando que sus relaciones fueron consensuadas. En un comunicado publicado en su blog, aseguró: «Nunca he participado en actividades sexuales no consensuadas con nadie. Jamás.» También reconoció errores en su conducta personal, describiéndose como emocionalmente distante y autocéntrico, pero negó categóricamente las acusaciones de abuso.
A pesar de las negativas, las repercusiones han sido inmediatas. Varias adaptaciones cinematográficas y televisivas de sus obras, como Good Omens y The Graveyard Book, han sido pausadas o canceladas. Aunque no se ha confirmado que estas decisiones estén directamente relacionadas con las denuncias, la relación es innegable.
La escritora J.K. Rowling, conocida por su controversia pública, comparó las acusaciones contra Gaiman con las de Harvey Weinstein, subrayando similitudes en patrones de comportamiento y uso de acuerdos de confidencialidad.
The literary crowd that had a hell of a lot to say about Harvey Weinstein before he was convicted has been strangely muted in its response to multiple accusations against Neil Gaiman from young women who'd never met, yet – as with Weinstein – tell remarkably similar stories.
— J.K. Rowling (@jk_rowling) January 13, 2025
Por ahora, Gaiman no enfrenta cargos formales en Nueva Zelanda, Reino Unido ni Estados Unidos, pero las denuncias han marcado un antes y un después en su carrera.
Mientras el público y la industria reflexionan sobre las acusaciones, el caso plantea preguntas incómodas sobre el poder, el consentimiento y las dinámicas de abuso en figuras de renombre.
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