Los cubanos que aspiran a emigrar a Estados Unidos enfrentan actualmente dos grandes desafíos que complican sus posibilidades de alcanzar suelo norteamericano. La primera dificultad surge del sistema de citas de la aplicación CBP One, mientras que la segunda se relaciona con las altas tasas de deportación dictadas por las cortes de inmigración estadounidenses.
El primer obstáculo lo constituye el incremento en el tiempo de espera para agendar una cita a través de la aplicación móvil CBP One.
Según Luis Miranda, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el tiempo promedio para conseguir una cita ha escalado a unas 10 semanas, aproximadamente dos meses y medio, en comparación con las ocho semanas de espera reportadas previamente.
Este incremento se atribuye a ajustes en el sistema de asignación de citas, que no sigue un orden cronológico estricto, sino que se seleccionan solicitudes nuevas y antiguas de manera diaria para garantizar equidad en el proceso.
La segunda mala noticia proviene de las estadísticas recientes sobre las órdenes de deportación en Estados Unidos, que han mostrado un aumento significativo.
Según un estudio de la Universidad de Syracuse, la primera mitad del año fiscal 2024 ha visto un incremento del 50% en las órdenes de deportación comparado con el año 2019. Además, las cortes de inmigración como las de Nueva York, Los Ángeles y el condado de Harris en Texas figuran entre las que más órdenes de deportación emiten.
El análisis también revela que una gran mayoría de los migrantes deportados, incluyendo cubanos, no contaban con representación legal al momento de su proceso judicial, lo que significativamente disminuye sus posibilidades de evitar la deportación.
Los casos sin abogado se resuelven más rápidamente, promediando unos 627 días, en comparación con aquellos que obtienen algún tipo de alivio legal, como el asilo, los cuales pueden tardar hasta 3.7 años.
Estos dos factores representan obstáculos significativos para los cubanos que buscan nuevas oportunidades en Estados Unidos, enfrentándose a largas esperas y altas probabilidades de ser deportados una vez llegan a las cortes de inmigración estadounidenses.
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