El negocio de la compra y la venta de casas en Cuba ha aumentado en los últimos años y se relaciona en gran medida con los altos índices migratorios que experimenta la nación, sobre todo luego del libre visado hacia Nicaragua. Los cubanos suelen vender sus propiedades para partir en la travesía hacia los Estados Unidos, o hacia cualquier país que les prometa un futuro mejor.
Si bien el mercado inmobiliario en la Isla es un terreno relativamente nuevo, con alrededor de una década de explotación, sus tarifas han variado en diferentes momentos y se comportan de forma diferente teniendo en cuenta los territorios donde se encuentren. De ahí que valga destacar que ningún precio puede verse como absoluto.
Actualmente, una buena casa, provista de más de una habitación, cocina, comedor, baño, sala de estar y áreas exteriores puede llegar a costar cerca de 40 mil dólares. Traducido en pesos cubanos y tomando en cuenta los altibajos de las tazas estatales, así como la norma del cotizado mercado informal, eso se traduciría en unos cinco millones de pesos, aproximadamente.
No obstante, las cifras también dependen de cuán amuebladas y en qué condiciones constructivas se hallen los inmuebles. Familias enteras han vendido sus viviendas con todo cuanto tienen dentro, incluyendo equipos electrodomésticos y decoraciones.
A pesar de que los números resultan alarmantes para el bolsillo de cualquier cubano que intenta vivir de su salario y los pocos ahorros que en Cuba logran guardarse, un análisis publicado hace unos meses por el periodista Yandry Fernández Perdomo, quien se tomaba el tiempo de analizar más de 10 mil anuncios en Revolico, el sitio de clasificados más famoso de Cuba, indicó que las casas más baratas del país se encontraban en las provincias de Villa Clara, Artemisa, Pinar del Río, Holguín y Camagüey; aun cuando pueden llegar a costar unos 35 mil dólares.
Como resulta lógico, la capital del país es una de las regiones donde más caras se cotizan las viviendas, pero no llega a ser el sitio más caro. De hecho, en el mismo estudio compartido por el citado periodista, Ciego de Ávila es la provincia cubana donde el promedio de venta es más elevado y ronda los 60 mil dólares.
Basado en el fundamento de la explotación turística y lo que un inmueble en esas zonas puede llegar a aportar a los bolsillos de sus dueños, le siguen el paso Matanzas, Santiago de Cuba y Cienfuegos y Sancti Spíritus, donde las tarifas sobrepasan los 50 mil.
Si bien antes en Cuba se estilaba solo la famosa permuta, la cual incluía a veces hasta un cruce de tres viviendas o más, en los años que corren, después de que el gobierno de la Isla legalizara al fin esas negociaciones, la compra y ventas de casas en Cuba ha venido a ser una tabla de salvación para muchas personas cuyas principal aspiración es salir del país.
Sin embargo, la mayoría de las personas que se quedan en Cuba y no cuentan con planes de salida, tampoco tienen un presupuesto tan amplio como para aventurarse en la compra de una mejor casa.
La situación de la vivienda en el país sigue siendo uno de los más acuciantes y que a pesar del discurso oficialista no parece encontrar un destino de mejoría.
