El gobierno de Cuba agradeció la víspera el arribo a La Habana desde Canadá de un donativo consistente en 2 millones de jeringuillas desechables y que presuntamente se utilizarán en el proceso de vacunación contra la Covid-19 en la isla.
En el acto de recibimiento, el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) agradeció el donativo, gestionado por la Red Canadiense de Solidaridad con la isla, y de un millón 920 mil jeringuillas.
En el acto de recibimiento que se efectuó en la Empresa de Suministros Médicos (ENSUME), habló la vicepresidenta primera del ICAP -Noemí Rabaza- que destacó que en total fueron aproximadamente 20 organizaciones, además de «amigos de la nación caribeña, sindicatos y cubanos residentes allá» que lograron recaudar cerca de 130 mil dólares que fueron destinados al donativo.
“Incluso un amigo, desde su cama de hospital, en estado terminal, extendió un cheque de 10,000 dólares, en recuerdo de sus numerosas visitas a la Isla”, dijo la directiva del ICAP durante el acto de recepción, en el que también estuvo presente Aldo Granda Sosa, jefe del Departamento de la Colaboración del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y Magalys Estrada Díaz, directora general de Colaboración del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera y donde no faltaron las menciones al embargo de EE.UU.
La directiva del ICAP dijo que en Canadá se gestiona un próximo donativo, de antibióticos, analgésicos y vitaminas.
Recientemente el Gobierno de Canadá y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) hicieron llegar a la isla otro donativo, de más de un millón 200 mil tabletas y 400 mil ámpulas de dexametasona, un fármaco que posee efectos antiinflamatorios y que es considerado de amplio uso en los hospitales cubanos.
Según fuentes de entero crédito, la embajadora cubana en Canadá, Josefina Vidal, la llamada «artífice del deshielo» por parte del gobierno cubano, estaría desarrollando una labor de «reclutamiento» de donativos en el país del norte, para ser enviados a la isla.
La propia Josefina tuiteó sobre la llegada de este donativo de dos millones de jeringuillas a la isla, y habló de «gratitud inmensa del pueblo cubano».
El gobierno de Cuba ha recibido desde diferentes países, principalmente con relación al enfrentamiento contra la COVID-19, más de 500 envíos de equipos médicos, insumos y medicamentos. Provienen de lugares tan distantes como China y Rusia, y se suman otros desde Nicaragua, Italia, México. Todos ayudas gubernamentales; mientras, se hace la desentendida con la ayuda que los cubanos emigrados gestionan entre ellos para ayudar a sus coterráneos en la isla.
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Solo tras las protestas en la isla del pasado 11 de julio fue que el régimen cubano autorizó la libre importación de alimentos, medicinas y productos de aseo sin pago arancelario ni límites; una demanda que estaba siendo reclamada desde hacía meses, quizás años, por parte de los emigrados cubanos interesados en ayudar principalmente con medicamentos del llamado «cuadro básico», a sus familiares en la isla.
Sin embargo, ni la Aduana General de la República se lo solicitó al gobierno, ni este parecía interesado, fuera de sus canales establecidos para la compra y producción de medicamentos, en satisfacer las demandas de un exilio, al que continuamente denosta y criminaliza, así supiese que diariamente en las camas de los hospitales cubanos, o en una rota comadrona en la sala de una casa, muriese un cubano por la falta de un medicamento específico.
El autorizo de la demanda, señala el portal Cibercuba, «fue interpretado como un recurso de emergencia del gobierno para tratar de aplacar los reclamos de la población ante el desabastecimiento de medicamentos e insumos médicos».
El portal de noticias confirma que, «desde antes de las protestas, cubanos residentes en otros países habían solicitado a las autoridades la implementación de un corredor humanitario que facilitara la llegada de la ayuda, pero el gobierno se había negado a aceptar la ayuda de los emigrados».
