A pesar de las fluctuaciones recientes en el valor del dólar en el mercado internacional y local, los precios de los alimentos en Cuba sigue sin mostrar signos de alivio para los consumidores, manteniéndose estancado o incluso empeorando en algunos casos.
A lo largo de las últimas semanas, hemos sido testigos de una baja notable en la cotización del dólar, que pasó de 395 CUP el 16 de mayo a 310 CUP el 30 de mayo de este año. Sin embargo, esta depreciación de la moneda no ha tenido el impacto esperado en los precios de los alimentos básicos, los cuales continúan desafiando las expectativas de muchos ciudadanos que esperaban un respiro económico.
Los precios en los mercados locales, como se ha observado en puntos de venta populares en La Habana, reflejan una estabilidad que no se correlaciona con las tendencias macroeconómicas del país.
El diario 14ymedio señala que productos esenciales como el frijol, la yuca, y el arroz mantienen sus precios fijos sin ninguna disminución, a pesar de la baja del dólar. Por ejemplo, el frijol negro se sigue vendiendo a 350 CUP la libra en mercados estatales como La Calzada, y otros productos como el pollo y la leche en polvo permanecen con precios exorbitantes y fijos, que ascienden a 360 CUP la libra y 3000 CUP por 900 gramos, respectivamente.
Esta desconexión entre la devaluación de la moneda y los precios de los alimentos sugiere una inflación subyacente que no se mitiga solo con la fluctuación monetaria. Los expertos apuntan a que la inflación en alimentos es muchas veces impulsada por factores que van más allá de las simples dinámicas de cambio monetario, incluyendo la escasez de productos, problemas logísticos y la especulación de precios, entre otros. Además, las intervenciones estatales en la economía, como el control de precios y subsidios, podrían estar contribuyendo a esta rigidez de precios.
Es fundamental entender también que cada ajuste en el valor del dólar ha sido seguido históricamente por un incremento en los precios de los alimentos.
Así lo señala una publicación de El Toque, tomada como referencia por el internauta Javier Bobadilla.
El internauta señala que los patrones observados desde enero de 2021 hasta hoy muestran que cada vez que el dólar ha experimentado una caída, los precios de los alimentos no han tardado en escalar nuevamente, tal como se anticipa que sucederá en los próximos 15 días con una proyección que llevaría el dólar a 430 CUP.
Este comportamiento cíclico y repetitivo refuerza la percepción de una economía altamente volátil, donde las esperanzas de mejora económica a corto plazo se ven continuamente frustradas. El análisis de estas tendencias sugiere que la inflación en Cuba tiene un carácter más estructural y exponencial, reflejando desafíos más profundos en la economía que no se solucionan únicamente con ajustes en la política monetaria.
Para los consumidores cubanos, esta situación resulta en una constante lucha por ajustar sus presupuestos a una realidad donde el costo de vida sigue aumentando, independientemente de las mejoras temporales en el mercado de divisas. Mientras tanto, las autoridades siguen buscando estrategias para estabilizar la economía, pero hasta ahora, el impacto directo en la mesa de los cubanos sigue siendo limitado.
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