El mandatario Miguel Díaz-Canel a emprendió contra las víctimas de los incesantes apagones que a menudo salen a protestar contra su insoportable día a día.
Durante una visita a la central termoeléctrica del Mariel, en Artemisa, el mandatario llamó “vándalos” e “indecentes” a las miles personas que se han manifestado este mes en varias localidades de la isla.
«Toda esta situación ha sido aprovechada por los enemigos de la revolución para crear desaliento, incertidumbre; para hacer convocatorias a hechos vandálicos y de terrorismo, para promover desorden social, alteración del orden y de la tranquilidad ciudadana», dijo Díaz-Canel a periodistas de medios estatales.
«Lamentablemente hay personas que con un comportamiento vandálico, bastante indecente, se prestan para esas acciones», añadió.
El sucesor de Raúl Castro al frente del gobierno y el Partido Comunista de Cuba, descartó que la crisis que presenta la generación eléctrica en la isla tenga que ver con “actividad enemiga” o con la actitud de los trabajadores del sistema electroenergético nacional y de las termoeléctricas.
En cambio culpó al “bloqueo” de Estados Unidos de dejar a Cuba “sin financiamientos posibles para realizar las labores de mantenimiento, de reparación y de nuevas inversiones que necesitaba […] el sector electroenergético”.
Insatisfechos con esos argumentos, muchos cubanos exigen al gobierno que rinda cuentas sobre las millonarias inversiones que en el último quinquenio se dedicarían a mejorar la capacidad de generación eléctrica en el país.
En 2016 Rusia otorgó a Cuba un crédito de hasta 1.200 millones de euros (unos 1.320 millones de dólares) para sumar 800 megawatts a su sistema electroenergético entre 2022 y 2024, según informaron medios estatales por esa fecha.
Por otra parte, la empresa mixta Biopower S.A., cuyos accionistas son la británica Havana Energy y Zerus, subordinada al Grupo Azcuba, desarrolló la primera planta bioeléctrica del país en Ciego de Ávila con un costo superior a los 180 millones para producir energía a partir de la quema de bagazo de caña y marabú.
El gobernante cubano evitó referirse al fracaso de ese costoso proyecto que luego de su inauguración no ha rendido frutos al sistema energético de la isla y ha tenido que parar sus maquinas en varias ocasiones.
En medio de la profunda crisis económica que atraviesa el país, caracterizada por la escasez de alimentos, la elevada inflación y ahora también los cortes del servicio eléctrico, Díaz-Canel aclaró que la situación del sistema electroenergético podría empezar a resolverse en diciembre.
