“¿Por qué no sabemos si Fernando Bécquer tiene medidas cautelares mientras dure la investigación?”, cuestiona la plataforma cívica Yo Sí Te Creo en Cuba en un comunicado publicado en sus redes sociales, que condena, lamenta y alerta que al cantautor denunciado, acusado y procesado por el acoso de numerosas mujeres “todavía se le encuentra en sus funciones como cantautor en espacios oficiales y otros a través de los cuales accedía a las supuestas víctimas” sin que se cuente con “una información oficial mínima sobre cuántas personas lo han acusado formalmente y por qué delitos se han aceptado esas denuncias”.
La plataforma denunció igualmente la decisión de un tribunal argentino de librar de todos los cargos a Guillermo Coppola, Omar Suárez y Mariano Israelit, “quienes conformaban el entorno del futbolista Diego Armando Maradona (1960-2020)”, denunciados conjuntamente por la ONG argentina Fundación por la Paz y el Cambio Climático y por la cubana Mavys Álvarez, “quien tuvo una relación con Maradona cuando ella todavía era menor de edad”, y llevara a la esfera pública su caso el pasado año contra el futbolista “por abusos de diferente tipo” cometidos en 2001 cuando Álvarez fue llevada a Argentina durante dos meses y medios.
El silencio absoluto mantenido por el “Ministerio de Cultura y otras entidades, que deberían como mínimo declarar que trabajan para crear espacios seguros y libres de violencia” conllevan a la difusión de datos dudosos sobre el caso de Fernando Bécquer por personas desautorizadas jurídicamente como el trovador Ray Fernández, aliado incondicional de Fernando Bécquer, quien recientemente comentó en Facebook que las acusaciones contra su amigo no habían funcionado por “incongruencia en los testimonios” y que algunas de las mujeres afectadas “incurrieron en falso testimonio”. Situación en lo absoluto negada o afirmada por instancias legales cubanas.
Aunque fue desmentido por la escritora Elaine Vilar Madruga, quien replicó que el proceso continúa en la fase investigativa, este queda en la dimensión del rumor y la subjetividad más absoluta, cuando la ley busca una precisión y nitidez, que no ha sido al parecer respetada por la esfera institucional cubana, caracterizada por una absoluta “centralización” que “protege a todo el sistema y sus representantes, y los proyectos independientes no tienen legalidad para encausar acciones”.
La plataforma denuncia la total falta de transparencia mediática sobre “hechos de interés público como el de Bécquer”, lo cual no implica un flujo de “información constante ni espectacularización de procesos judiciales”, pero sí un actualización pública con datos necesarios “para la ciudadanía por el peso de las acusaciones y las potenciales personas en riesgo”.
Además, Yo Sí Te Creo en Cuba arguye que en parte esto se debe a que la “inmensa mayoría de las personas que imparten justicia, sobre todo en Cuba, no tienen capacitación en género ni mandatos que los obliguen a tenerla”, pues el Plan de Adelanto de la Mujer y la Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género, respetivamente emitidos como decreto presidencial y acuerdo del Consejo de Ministros, ambos en 2021, poseen “menor rango que una ley”.
“Las dos situaciones vuelven a ponernos frente a la desprotección que sufren las personas afectadas por la violencia de género y sus causas sistémicas”, argumenta el comunicado, “también del desamparo cuando el Estado es agresor o cómplice”, en referencia a las numerosas situaciones de violencia con motivos políticos cometidas en los últimos años por fuerzas de la seguridad del Estado y policiales contra mujeres opositoras, periodistas, activistas, Damas de Blanco.
Yo Sí Te Creo llamó “a las instituciones implicadas a cumplir con su rol y a evitar declaraciones revictimizantes de terceros, las cuales son sancionables por las leyes vigentes”.
