La campaña de reelección del presidente Joe Biden está delineando su estrategia, con el objetivo de mantener los estados que ganó en 2020 mientras también compite en estados como Carolina del Norte y Florida que perdió.
Julie Chavez Rodriguez, directora de campaña, afirmó en declaraciones recogidas por la agencia AP y citadas por el medio floridano Local 10 News, que existen «caminos viables» para asegurar los 270 votos electorales necesarios para la reelección.
La campaña planea invertir temprano en los estados de campo de batalla que ganó Biden en 2020, como Michigan, Wisconsin, Pennsylvania, Nevada y New Hampshire. Además, pretenden aferrarse a Georgia y Arizona mientras expanden su alcance a estados como Carolina del Norte y Florida; este último un estado que, sinceramente, parece perdido.
La campaña demócrata enfatizará la capacidad de Biden para «terminar el trabajo» y en retratar a los republicanos alineados con el movimiento «Make America Great Again» como amenazas a los valores estadounidenses.
La campaña se centrará en involucrar a los partidarios de la base tradicional, incluidas las mujeres, los votantes negros, hispanos y asiático-estadounidenses, así como los jóvenes que no votaron en las elecciones intermedias de 2022. También dependerán del aprovechamiento de las redes personales de los votantes para la divulgación. El fuerte apoyo suburbano de Biden y el crecimiento potencial entre esos votantes, particularmente debido a los desarrollos recientes sobre el derecho al aborto, serán aspectos clave del enfoque de la campaña. La campaña tiene como objetivo aprovechar los logros obtenidos entre los votantes rurales y de clase trabajadora blanca en los estados de campo de batalla en 2020 y el mayor apoyo en esos datos demográficos durante las elecciones intermedias de 2022. Con el apoyo unificado de los demócratas nacionales, la campaña de Biden puede aprovechar la infraestructura del partido y los recursos existentes desde el principio.
El equipo de Biden cree que su estrategia puede tener éxito contra cualquier candidato republicano, incluidos posibles contendientes como el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
tal vez quieras leer: Bastión republicano de Florida garantizado, Trump-DeSantis pudiera ser la fórmula nacional
Ron de Santis o Donald Trump
Algo muy distinto piensan los republicanos, claro, con un gobernador de la Florida Ron DeSantis consolidando su poder político, liderando políticas conservadoras y atrayendo a figuras influyentes del Partido Republicano.
Tampoco podemos descartar al expresidente Donald Trump, quien se ha convertido en el epicentro de la política republicana. El hombre con el que muchos republicanos aparentan no querer nada, aunque reconocen es figura clave para ganar la Silla Oval.
Aunque inicialmente Trump contaba con el apoyo de la mayoría de la delegación del Congreso del estado, algunos legisladores republicanos clave parecen estar dispuestos a respaldar a DeSantis. DeSantis ha estado sonando como un posible candidato presidencial, incluso sin haber lanzado oficialmente su campaña. La batalla entre DeSantis y Trump dará forma al futuro del Partido Republicano en Florida y potencialmente tendrá un impacto en las elecciones presidenciales de 2024.
Los mismos demócratas reconocen lo difícil que será vencer en el 2024, pero algunos creen que aún hay esperanza.
