El cantante cubano David Blanco publicó este viernes a través de YouTube la última entrevista de la también intérprete, productora y promotora Suylen Milanés, hija del reconocido cantautor Pablo Milanés, la cual le concedió menos de una semana antes de morir el 30 de enero de 2022 debido a un accidente cerebrovascular.
“Nunca hubiera pensado que sería su última entrevista y la última vez que iba a cantar”, dijo Blanco a Cuballama Noticias sobre la protagonista de esta entrevista, con la que inicia la tercera temporada del programa Backstage, que él sacó por primera vez durante la pandemia con el fin de compartir momentos de su carrera artística.
El también compositor confesó en exclusiva que “no podía imaginar lo que pasaría después de un encuentro tan bonito y especial”. “Suylén fue una persona con la que trabajé en muchos proyectos, que siempre quise, y que siempre tuve cerca”, expresó emocionado.
“Ella hacía mucho tiempo que no cantaba en público ni en televisión, como lo explicó en la entrevista”, destacó Blanco antes de recordar que aquel día interpretaron en vivo el tema ‘Yo no te pido’, de Pablo Milanés.
Asimismo, resaltó que fue “una entrevista extensa”, donde la artista de 50 años “habló tanto de su vida profesional como personal, de sus inicios como cantante y de su labor como empresaria al frente de PM Records, del Festival Eyeyife, y del movimiento con el que impulsó la música electrónica”.
“Nunca esperamos que sucediera lo que sucedió. Tres días después, se comunicó conmigo un amigo que teníamos en común y que también estuvo durante la grabación del programa, Carlos Padilla, para darme la triste noticia”, evocó el cantante.
“Este programa es principalmente un homenaje para ella, para su música, para su carrera, para su familia, y para Pablo también”, concluyó Blanco.
Siempre activa
Tras la afirmación de que “siempre te ha gustado meterte en camisa de once varas”, Suylén, considerada como una incansable creadora, que apostó por la música alternativa de factura nacional, en especial la electrónica y los cantos afrocubanos, reconoció que siempre “he estado activa” porque “ tengo que estarlo”.
Quien fuera una de las hijas del matrimonio de Pablo Milanés y Yolanda Bennet recalcó que su “gran influencia musical” fue su padre. “Toda la base del conocimiento cultural y general que tengo en mi vida viene de él”. No obstante, añadió que su madre, que fue cineasta, influyó en el hecho de que creciera en un ambiente cultural, “tanto en el escenario como detrás del escenario”.
De acuerdo con lo que narró, “mi padre nos montaba a todas: a mí, a Liam, a Lynn y después a Haydeé, en el carro, ponía música y nos hacía hacer primera, segunda, tercera y cuarta voz”. “Así le dábamos la vuelta a La Habana” y “aprendí a hacer voces desde chiquitica”.
Asimismo, detalló que de su padre aprendió de blues, de feeling, de bolero y de rock. “Un día se apareció en la casa con cinco discos: de Led Zeppelin, de Chicago, de Queen (que me volví loca con Queen). Me enamoré de Freddie Mercury y de toda su banda y los seguí todo el tiempo de mi adolescencia”, subrayó.
De igual modo, la productora musical recordó que sus primeros pasos como cantante los dio con 16 años como corista de la orquesta Adalberto Álvarez y su Son, y que luego integró Montespuma, la banda de Mario Daly, “que fue un gran maestro”.
Sin olvidar su paso por la agrupación Tesis de Menta, se refirió a los tres o cuatro años que cantó en solitario, una época a la que “no le di mucha potencia” porque “ya yo tenía una tendencia más hacia las producciones artísticas, a las que me dediqué únicamente alrededor de diez años”.
Sobre su desempeño como directora general de PM Records, confirmó que “fue una gran responsabilidad” y que “tuve que aprender mucho”. “A partir de ahí estuve prácticamente retirada de los escenarios”, acotó.
En torno a una de sus grandes pasiones, la música electrónica, Suylén reveló que comenzó a descubrir “cómo se movía el mundo underground en Cuba” a finales de los noventa y que era algo que seguía descubriendo.
Por otro lado, habló del festival de música electrónica Eyeife, con el que durante 20 años cada diciembre buscó darle “un sello cubano a esa música”.
“Para un DJ que empieza es un gran honor, un privilegio, poder participar de este festival y fusionar su música con la de artistas de primer nivel en Cuba”, indicó.
Un aparte hizo entonces para Somos, la última iniciativa a la que dedicó sus energías y a través de la cual nació un álbum de estudio, con el apoyo del músico y productor Athanai Castro, y junto a figuras como Rosario Flores y su hermana Lynn Milanés.
Poco antes de fallecer, la artista dejó claro que “no solo” era rockera, sino “cantante de música electrónica yoruba”. Fue, además, una de las mayores promotoras del papel de la mujer dentro de la música alternativa en Cuba. De este último movimiento ella venía, por lo que estaba “feliz” de poder apoyarlo porque, según pensaba, estaba “débil”.
