Cuba vive una crisis demográfica sin precedentes, con una población efectiva de 9,740,000 habitantes, lo que representa una disminución de más del 10% en comparación con el año 2020, según datos oficiales ofrecidos al por Juan Carlos Alfonso Fraga, vicejefe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), en el más reciente Consejo de Ministros.
La población efectiva del país se redujo drásticamente en los últimos cuatro años, confirmó el diario oficialista Granma al referirse a la Política para la atención a la Dinámica Demográfica, lo que ha adquirido cada vez más importancia para el gobierno, que ve cómo la isla se vacía entre el rápido envejecimiento y el éxodo masivo de cubanos.
De acuerdo con cifras oficiales, al cierre de 2023 10,055,968 personas residían efectivamente en Cuba, lo que ya representaba menos del 10.1% con relación al 2020.
Sin embargo, en el último año el país ha perdido más de 300,000 residentes, lo que confirma el acelerado fenómeno migratorio y tienen que ver también con la baja tasa de natalidad.
Pese a que las autoridades no se han referido a las causas de este descenso, expertos apuntan que está incidido por la crisis económica, el envejecimiento poblacional y la emigración sobre todo de jóvenes y profesionales.
Si bien esto es lo que dice el oficialismo, en marzo pasado un estudio independiente expuso una situación mucho más alarmante.
A tenor con este último, la población cubana se redujo un 24% en los últimos cuatro años, algo que solo ocurre en contextos de guerra.
El estudio, realizado por el reconocido economista y demógrafo cubano Juan Carlos Albizu-Campos, citado la agencia EFE, estimó que a finales de 2024 vivían en la isla apenas 8,025,624 personas, muy por debajo de los 9,748,532 que reflejan las estadísticas oficiales cubanas.
En tanto, las autoridades hablan de “discretos avances” y de que “persisten problemas como el incremento de la fecundidad en las adolescentes, el empleo informal y las migraciones internas”.