La actriz cubana Danae Hernández Reyes, muy querida por su personaje de Cristina en la popular telenovela “Asuntos Pendientes”, rompió en llanto al hablar de la dura situación que la llevó a abandonar para siempre su tierra natal y radicarse en Miami.
“Sientes como si fuera un divorcio, dices: ‘Dios mío, es mi país, es mi Patria, son mi gente’. Pero lo que está pasando ahí no me gusta”, dijo en una entrevista con el show de YouTube conducido por María Karla Rivero, “La Casa de Maka”.
Danae se mostró especialmente conmovida cuando Maka le preguntó cuál es la Cuba que sueña, la Cuba del futuro: “Me has hecho una pregunta difícil porque yo vengo de haber estado en Cuna recientemente, y sé que cada vez la situación es cada vez más difícil”, respondió, haciendo un intento por aguantar las lágrimas.
“La vida es tan corta que es tan triste perder tanta energía con las nimiedades que no puedes resolver en Cuba hoy por hoy. Que tú dices: ‘¿Cómo es posible que toda mi energía se vuelque hoy en resolver detergente?, por ejemplo’. Eso es una de las cosas que más ha afectado al cubano, incluso amando a tu país con todas las fuerzas de tu corazón”, declaró la también amiga de Yia Caamaño.
Pero sin dudas el momento más emotivo para la actriz fue cuando recordó a sus familiares, a sus vecinos, el pueblo cubano en general que todavía se enfrenta a duros desafíos cada día.
“Evidentemente, el pueblo cubano no es culpable de nada de lo que está pasando. Nuestros familiares tampoco son culpables”, dijo -ahora sí, entre lágrimas- visiblemente emocionada.
Danae Hernández, que ha podido retomar su carrera en los Estados Unidos, asegura que sueño una Cuba diferente, muy distinta a la de ahora. “Uno también tiene tanto miedo por lo que le pueda pasar a la gente que dejas atrás… Y cómo un cambio afecte, a nivel de país y a nivel personal”, señaló.
“¿Qué tendrá que pasar para que Cuba cambie?. Cuando sales es que te das cuenta realmente de lo que estabas viviendo allá. Te das cuenta de que la vida es otra cosa”. En Cuba “te sientes abrazado”, explicó. “Es una sensación física, uno no entiende lo que significa la palabra libertad hasta que te das cuenta de que es algo abstracto”.
