El músico Kiki Corona se sumó a las críticas de los cubanos por la demolición de uno de los sitios más emblemáticos del barrio del Vedado habanero, el restaurante La Carreta, que permanecía cerrado desde hace más seis años.
“Dejar morir La Carreta sin hacer nada por salvarla, o al menos tener el decoro de tenderle un momentáneo sudario en muestra de respeto; No es solo un acto de desidia bellaca y traición a toda una ciudad. Es tener desconocimiento total de su historia y tradiciones. Es provocar aun más el descontento popular”, escribió el cantautor Kiki Corona en sus redes sociales.
Las imágens de las ruinas de la instalación ubicada en los bajos del edificio de 21 y K recorren internet desde la semana pasada, provocando la tristeza y malestar de quienes alguna comieron, romancearon o disfrutaron junto a sus amistades en aquel céntrico lugar.
El respetado periodista y crítico musical Joaquín Borges Triana confesó que su padre solía llevarlo de niño a La Carreta junto a su hermano.
“Después, cuando fui adulto, era uno de mis sitios favoritos, incluida la cafetería. Y es más, hasta en los peores momentos de los 90 funcionó. Nada, que Jorge Manrique tenía razón: el futuro siempre puede ser peor”, opinó en los comentarios a la publicación de Corona.
La Carreta pertenecía a la cadena estatal Restaurantes de Lujo, que nunca hizo gala a su nombre y dejó en manos del tiempo y el abandono sus instalaciones, hasta que cerró por peligro de derrumbe luego de que un pedazo del techo cayó encima a un cliente.
Desde entonces muchos habaneros reclamaron por el rescate de la instalación, de la que apenas sobrevivía el recuerdo y una enorme rueda recostada al árbol plantado al frente.
Los vecinos del edificio se quejaron ante las autoridades capitalinas pues el lugar se estaba convirtiendo en un refugio para ratas, cucarachas y todo tipo de plagas pero nunca encontraron respuestas.
Finalmente, este 25 de noviembre comenzó la demolición del mítico restaurante habanero.
Según publicó en su perfil de Facebook el humorista Marcos García, “un vecino del lugar preguntó al jefe de los que estaban trabajando el porqué no lo remodelaban. La respuesta es un ejemplo de continuidad: ‘Sale más barato demolerlo’”.
