Runielbis Samón Laffita, el cubano que se hizo viral en las redes sociales reclamándole a Díaz-Canel que lo habían dejado solo junto a 29 niños en una escuela, abandonado, por las autoridades de la Defensa Civil en Guantánamo, vuelve a ser noticia.
El guantanamero de 30 años y padre de cinco hijos, relató su experiencia desgarradora durante el huracán Oscar en entrevista con Diario de Cuba. Esa que a los medios oficiales no les interesó cubrir luego de que Samón, en la cara de Díaz-Canel le dijera que sus cinco niños y otros 24, fueron literalmente abandonados a su suerte.
Samón, residente en Playa Sabanalamar, una localidad vulnerable a inundaciones, recordó ante Diario de Cuba que ante el inminente desastre fue, sí, evacuado a una escuela especial junto con otros vecinos, pero sin garantías reales de seguridad.
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Según contó a Diario de Cuba, la Defensa Civil prometió apoyo, aunque cuando el agua comenzó a invadir el refugio durante la madrugada, no hubo respuesta. “Comenzamos a pedir auxilio, pero nadie nos contestó”, narró con amargura.
La situación fue crítica para Samón y los demás evacuados, especialmente para los niños, que alcanzaron un total de 29, según su recuento.
El cubano relató que la desesperación lo llevó a improvisar métodos de salvamento, guiado solo por los relámpagos en la oscuridad. En medio de este caos, se encontró con un guardia que lo ayudó a subir a un lugar seguro. Durante el incidente, Samón explicó a Diario de Cuba que arriesgó su vida protegiendo no solo a sus hijos, sino también a otros menores y adultos mayores, algunos en riesgo de hipotermia.
Samón relató a Diario de Cuba cómo, días después de lo sucedido, en una visita casual al pueblo, se enteró de que el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel estaba en la zona.
Fue en ese momento cuando decidió aprovechar la oportunidad para expresar su frustración, abordando la falta de preparación de las autoridades locales.
“Mi inmenso dolor de padre fue el que me impulsó a tratar de hablar con él”, expresó en exclusiva a Diario de Cuba. En su breve encuentro, Samón reclamó directamente a Díaz-Canel la negligencia y el abandono que sintieron durante la tormenta.
Según Samón, la respuesta del Gobierno tras el huracán ha sido limitada, pese a las graves pérdidas sufridas por muchas familias. Mucha de esa ayuda ha sido vendida a una población que lo perdió todo. Dinero y tarjetas bancarias. ¿Cómo lo están pagando? ¡Solo Dios lo sabe!
Si bien reconoce algunas ayudas en alimentos, enfatiza que el apoyo más sustancial ha provenido de la solidaridad de los mismos ciudadanos.
