La producción de captopril, alopurinol y glibenclamida será retomada en el país, según indicaron medios oficiales, aunque subrayaron en que solo podrá cubrirse la demanda en el venidero trimestre debido a la habitual falta de materias primas, que ha colocado al país en medio de una profunda crisis de medicamentos.
La entidad encargada de llevar a cabo la producción de los fármacos esenciales en tratamientos de personas con diabetes, hipertensión arterial o la enfermedad de la gota, es la Empresa de Laboratorios MedSol, la cual pertenece al grupo BioCubaFarma. Este último debería aportar 369 medicamentos al cuadro básico del sistema nacional de salud pública, sin embargo, lo propios medios oficiales como el diario Granma tuvieron que admitir la falta de al menos 150 de ellos.
Las autoridades culparon al gobierno estadounidense y su embargo a Cuba por el difícil acceso a las materias primas internacionales y por ende en la elaboración de los fármacos. Pero a fines de mayo se comprometieron a garantizar al menos el 61 por ciento de los medicamentos básicos producidos en la Isla, como sucede con el captopril, el alopurinol y la glibenclamida; los cuales son además parte del consumo habitual de adultos y personas de la tercera edad.
En sus publicaciones en Twitter, la empresa Medsol ha destacado la visita de altos directivos durante las rutinas de producción y han suscrito “el compromiso de los trabajadores, a partir de la llegada de materias primas”.
No obstante, la disponibilidad de los fármacos por solo tres meses no podrá saldar por completo la demanda en pacientes del país. Como tampoco lo hará la Cefalexina, un antibiótico muy solicitado para las infecciones, del cual se supo también que comenzaría a producirse, pero únicamente con disponibilidad para 60 días.
Las autoridades del país habían prometido una paulatina recuperación de la industria en medio de la alarmante situación que ha hecho que enfermos crónicos padezcan las nefastas consecuencias de la ausencia de medicinas y que incluso en las instituciones hospitalarias, los especialistas se vean en la necesidad de variar tratamientos por causa del déficit farmacéutico o acudir al uso sustituto de la medicina natural y tradicional.
Esta situación se suma a la crisis general del sistema sanitario que ha llevado a lamentar la pérdida de vidas humanas y que ha logrado generar una lucrativa red clandestina de compra y venta de medicinas e insumos, gracias a la cual se lograron salvar no pocos enfermos durante la pandemia de Covid-19 y hasta en los meses posteriores.
