Hasta Pinar del Río se fue el ministro de Salud Pública a repartir orientaciones.
Pinar del Río se ha convertido desde hace semanas en el epicentro de la pandemia de COVID-19 en Cuba.
Tan solo en los últimos días, en el territorio han tenido lugar 11 mil nuevos contagios -a más de mil por día- y hasta allí, sin saber qué pasa, se dirigió José Angel Portal Miranda, ministro cubano de Salud.
No es la primera ocasión en que Portal Miranda se presenta en la provincia más occidental de Cuba para evaluar el impacto de la COVID-19.
Ayer martes, fecha de la visita, Pinar del Río reportó 1644 casos positivos y 5 fallecidos. El parte fue dado justo en el momento en que Portal Miranda, al frente de un equipo de trabajo del MINSAP se reunía con los miembros del Buró Provincial del Partido. En la reunión se encontraban presentes además los primeros secretarios de los municipios de la provincia, así como con directivos y funcionarios de la Dirección Provincial de Salud en Pinar del Río.
Allí todos recibieron las críticas de Portal Miranda, quien les dijo además que los pronósticos indican que la situación, lejos de mejorar, empeorará. Según su informe, «las gráficas anuncian una tendencia al ascenso», y es probable que su visita no contribuya en nada a revertir esta situación.
¿O sí?
Según se anunció, junto al Ministro viajó una fuerza de trabajo que se distribuirá en todos los municipios de Pinar del Río. La prensa oficialista anunció que esta fuerza de trabajo está compuesta por profesionales de la salud que adquirieron experiencia durante su estancia en provincias como Matanzas y Ciego de Ávila, regiones del país que en algún momento presentaron situaciones complejas con la COVID-19 por el elevado nivel de contagio en su territorio.
Entre las medidas anunciadas por Portal Miranda ayer hay una que asombra por lo quimérica: garantizar la estabilidad de los servicios médicos.
Se habló además de administrar antes de culminar septiembre al menos una dosis de la vacuna a todos los pinareños; y también de construir un sistema de comunicación fuerte para llegar a la población.
Es insólito el modo en que un Ministro de Salud tiene que repartir orientaciones «de salud» y «epidemiológicas», entre funcionarios y cuadros del Partido que a duras penas conocen lo que es un herpes; pero así funciona el castrismo: con el PCC por delante de todo.
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