La reconocida historiadora, ensayista y profesora matancera Alina Bárbara López recibió este martes una citación de la Contrainteligencia cubana y anunció en sus redes sociales que no asistirá a la entrevista.
“Vinieron a mi casa dos oficiales de contrainteligencia que me dejaron esta citación con fines de que asista a una entrevista a las 2 pm. No lo haré”, escribió la Doctora en Ciencias Filosóficas en su perfil de Facebook.
Alina Bárbara López explicó en Cuba se ha entronizado una lógica perversa por parte de las autoridades, que ejercen presión, amenazas y coacción a personas por motivos políticos cuando no tienen motivos para encausarlas.
“Yo no me prestaré a ello. Creo necesario cerrar ese esquema”, afirmó la intelectual, quien un día antes había compartido en sus redes sociales una entrevista realizada por La Joven Cuba al profesor expulsado de la Universidad de Oriente, René Fidel González.
En el texto, el Doctor en Ciencias Jurídicas explica detalles de su demanda contra el presidente cubano Miguel Díaz-Canel y la fiscal general de la isla, Yamila Peña, por presuntas violaciones a sus derechos constitucionales.
“Nadie puede estar por encima de la ley y del cumplimiento de lo establecido en la Constitución. Veremos si es cierto. Nuestros tribunales tienen la palabra ahora. Este caso es una lección”, comentó López.
En la mañana de este martes la profesora comunicó que por primera vez la había contactado una mujer, que se identificó como coronel de contrainteligencia, para proponerle una conversación en la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA).
“Mi respuesta fue: yo no tengo nada que conversar con la contrainteligencia, si desean venir a mi casa serán recibidos”, dijo López, y predijo que el siguiente paso de las autoridades sería hacerle llegar una citación oficial.
La ensayista, que ha sido ganadora del premio de la revista Temas en 2007, del Concurso Nacional de Ensayos Juan Marinello (2008) y el Premio Fundación de la Ciudad de Matanzas (2013), aclaró que los órganos de contrainteligencia en otros países se dedican a investigar pasar el caso a la fiscalía cuando descubren algún delito.
“Si tienen modo de probar un delito en mi caso, háganlo. Yo no tengo nada que decirles, y tampoco nada de lo que quieran decirme lo aceptaré. Porque lo que ustedes quieren: que no ejerza mi libertad de pensamiento, expresión y reunión, es inaceptable para mí, como debería serlo para cualquier ciudadano e intelectual”, advirtió la destacada intelectual.
