Los medios oficiales no reflejan el auge de la violencia en Cuba; pero ante el silencio oficial, las redes sociales emergen como fuente de denuncias.
La violencia en Cuba sigue siendo un tema de preocupación creciente, como lo demuestran dos casos recientes que han sacudido a la comunidad cubana, tanto en la isla como en el extranjero.
Apuñalan a joven cubana en su propia casa en medio de un robo
En el primer caso, una joven identificada como Aneiter fue presuntamente víctima de un ataque brutal en su propia casa en la Villa Panamericana, La Habana, según la denuncia hecha en las redes sociales por Esperanza Leyva Carcasés, madre de la joven.
Según su testimonio, que no ha podido ser contrastado de manera oficial, un individuo que vivía en el cuarto contiguo ingresó con la intención de robar en la vivienda. Al ser descubierto por Aneiter, la apuñaló múltiples veces, dejándola en estado crítico.
Aneiter, quien trabaja en la OBE de Plaza de la Revolución, está actualmente en cuidados intensivos, y su familia mantiene la esperanza de que se recupere.
La madre ha hecho un llamado público para que se haga justicia y se capture al agresor, quien era conocido de la familia.
Luto en Granma por la muerte de un joven cubano: ‘fue golpeado brutalmente’
El segundo caso proviene de la provincia de Granma, donde un joven de 31 años, Alian Rodríguez Diaz, fue golpeado brutalmente hasta causarle la muerte.
A pesar de las evidencias claras de violencia en su cuerpo, los médicos del Hospital Carlos Manuel de Céspedes certificaron la muerte como «natural», lo que ha generado indignación y preguntas sobre la transparencia y eficacia del sistema judicial y médico en Cuba.
La familia de Alian y amigos cercanos han expresado su dolor y frustración, pidiendo que se haga justicia y que los responsables sean llevados ante la ley.
Ambos casos resaltan no solo el problema de la violencia en Cuba, sino también cuestionan la eficacia y transparencia del sistema judicial y de salud en el país. Las familias afectadas y la comunidad en general se encuentran en un estado de incertidumbre y miedo, preguntándose si podrán obtener justicia en un sistema que parece fallar en proteger a sus ciudadanos y en llevar a los culpables ante la ley.
La violencia en Cuba enmascarada
Estos incidentes, que han causado conmoción y han generado llamados a la justicia, ponen de manifiesto la necesidad urgente de abordar la violencia y la impunidad en Cuba, temas que continúan afectando la vida de sus ciudadanos, aunque las instituciones y autoridades del país apelan a minimizar el problema, no reflejándolo en los medios ni abordándolos de la manera correcta hacia lo interno.
El gobierno cubano ha adoptado varias estrategias para enmascarar y minimizar las denuncias sobre violencia y criminalidad en la isla, entre las que destaca, precisamente, el control de los medios.
Los medios de comunicación en Cuba están fuertemente controlados por el Estado, lo que limita la difusión de información sobre criminalidad; estrategia que amplía mediante la represión y el castigo sobre cualquier forma de disenso y crítica pública, incluso en las redes sociales.
El estado cubano también ha tenido como estrategia, a la hora de no abordar los problemas internos, como la criminalidad, desviar la atención mediante cuestionamientos constantes, en foros internacionales como la ONU, hacia los «sospechosos habituales»: las sanciones de EE.UU. (embargo) y el gobierno de EE.UU., de modo general.
Otra estrategia eficiente ha sido no ser transparente en las escasas estadística que brinda.
Las estadísticas oficiales sobre delincuencia no se hacen públicas, lo que dificulta evaluar el verdadero alcance del problema.
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