El más reciente capítulo del drama que día a día viven los migrantes cubanos, lo es sin dudas el naufragio de una embarcación al norte de Cárdenas, en la provincia de Matanzas, que arroja hasta el momento el saldo de 6 personas fallecidas y decenas de desaparecidos.
Sin embargo, no es el único ejemplo «a la vista» del drama migratorio cubano.
En Moscú, por ejemplo, se encuentra hospitalizado un migrante cubano con quemaduras de tercer grado en sus pies, producto del frío y la congelación, a la que se vio expuesto por el trato inhumano de agentes del orden de Bielorrusia, cuyo gobierno es amiguísimo de Cuba, pero que a menudo resalta en las noticias por el trato deshumanizante que brinda a migrantes que atraviesan su territorio, cubanos incluidos.
Michael Méndez Vega (56 años) vivió una dura travesía junto a su amigo Mario Alberto Céspedes Pérez (40 años) en la frontera de Bielorrusia, donde estuvieron a punto de morir antes de ser «rescatados» por las propias autoridades de Bielorrusia que horas antes casi los obligaron a morir congelados. Michel se encuentra ingresado en Moscú, ciudad a la que fueron llevados el 20 de enero.
Con relación al presunto «rescate», Mario Alberto Céspedes Pérez explica:
«En las redes vi publicaciones que decían que nos habían rescatado, pero realmente no hubo un rescate como tal, ni asistencia médica. Al contrario, los bielorrusos nos trataron como bestias y nos obligaron a caminar a una velocidad que no podíamos porque no nos daban las fuerzas».
Los migrantes cubanos tenian en planes llegar a España cruzando primero por la frontera de Bielorrusia hacia Polonia, pero…
«Tratando de llegar a Polonia, el 16 de enero, los guardias bielorrusos nos capturaron y nos llevaron a un lugar desierto. Allí vaciaron nuestras cosas en el suelo y nos mandaron a arrodillar con pistolas. A Michael le pusieron una bota en la cabeza y lo presionaron, como enterrándolo. En ese momento me dijo bajito: ‘Nos van a matar’. A mí se me salió una lágrima, pensé que era el fin», contaba Mario al respecto.
Luego de tres en Rusia, fue que decidieron emprender rumbo para entrar a la Unión Europea. Estuvieron seis días caminando por los fríos bosques hasta que fueron detenidos.
Fueron prácticamente cazados, con el uso de perros. Fueron llevados a la frontera con Lituania y abandonados a su suerte; obligados a cruzar un río helado.
Los cubanos desistieron de hacerlo y emprendieron una larga caminata de dos días por el bosque; mal alimentados y mal vestidos. Otra vez volverían a detenerlos. Otra vez volverían a llevarlos al lugar más inhóspito del mundo. A morir prácticamente.
«Intentamos cruzar el río y supimos que no lo íbamos a lograr. Como última alternativa me subí a un pino a ver si desde allí me llegaba señal telefónica y afortunadamente se pudo», contó.
Decididos a regresar a Moscú, atravesando el territorio de Bielorrusia, a expensas de volver a ser capturados y enviados de nuevo a la frontera con Lituania; sin agua y sin alimentos.
El drama migratorio de estos cubanos les ha dejado secuelas psicológicas y físicas que incluyen quemaduras por el frío.
El maltrato recibido por los guardias en Bielorrusia no ha provocado ni una escueta nota de protesta por parte de las autoridades cubanas, que en casos así suele hacer como hace tradicionalmente con Bahamas.
Bahamas, el otro mal ejemplo
Familiares de migrantes cubanos detenidos en Bahamas piden la liberación de estos, a sabiendas que allí, el trato es tan deshumanizante, que de acuerdo con numerosos testimonios se puede aseverar que no tiene nada qué envidiarle a las autoridades bielorrusas.
Allí, el drama migratorio no solo afecta a los balseros e inmigrantes, sino también a sus familiares y seres queridos, pues las autoridades de ese país, en componenda con las autoridades cubanas, suelen tratar con mucho secretismo la presencia de los cubanos allí.
Incomunicados muchos de ellos, no pueden hacerle saber a sus familiares en la isla o en los EE.UU. que están vivos, sometiéndose estos últimos a creer que han desaparecido en el mar. O que están muertos.
Según el testimonio de Dayesy Robles, la esposa de un migrante cubano detenido en Bahamas, algunos de estos migrantes cubanos llevan allí más de un mes.
“Estos jóvenes, incluyendo mi esposo, están allí detenido en Nassau, capital de Bahamas, desde el 26 de diciembre (de 2022) y esta es la fecha que no sé de él”, explicó Robles en el grupo de Facebook “SE BUSCA FAMILIARES DE BALSEROS CUBANOS DESAPARECIDOS EN EL MAR”.
Migrantes cubanos desaparecidos.
Entre los que llevan allí un mes se encuentran: Rafael Rivero Valdez, Yosbani Pérez Rey, Alioski Cantero Jiménez, Yusniel Pérez Nápoles, Alexeys Hernández Carrasco, Nataly Reyes Ernat, Yunior Ricardo Molina, Yailan Díaz Mora, Osdiel Díaz Rosales, Felipe Ramón Naranjo Torres, Egliberto García Arzuaga y Dionis Michel González Pérez, Oscar Luis Sardiñas Pardo, Jorge Leandro Sotolongo Rivero, Adrián Ronquillo Ramos, Maikel Rodríguez Puga, Orlando Fuentes Cruz, Luis Alberto Reinoso del Toro, Yosani Pon Cervante, Reinier Jiménez González, Rubiel Álvarez Pérez, Osquiel Díaz Cruz, Osniel Reinaldo Díaz Cruz, Enrique Rivero Velázquez, Yodisleydis Díaz Cruz, Katia Ramírez Leiva, Marilín Coello Barrero, Yuniesky Méndez Rodríguez, Rachel Fernández Castillo y Mario Pon Cervantes.
En una carta enviada a Cubita Now, Dayesy Robles señala que hay cuatro cubanos, Yanier Pérez Hernández, Julio Gabriel Martínez Hernández y Reinier Martínez Bello, que llevan allí 80 días.
Allí pudieran estar 28 cubanos que salieron de la isla el pasado 23 de diciembre y de los que aún no se tienen noticias.
Llevan un mes y 7 días desaparecidos, y sus familiares en la isla se aferran a quen están vivos, pero incomunicados en Bahamas.
“Buenas tardes mi nombre es Katia Rodríguez Estrada y hago este video para que me ayuden a buscar informaciones sobre mis hermanos. Ellos salieron en una embarcación desde el 23 de diciembre y aún no se sabe nada”, expresaba esta joven cubana en un video compartido este domingo en el perfil de Instagram “Barcos por la Libertad”.
La cubana acudió a las redes sociales para localizar a sus hermanos balseros, con la esperanza de que alguien los haya vistos y les asegure que al menos están vivos, recluidos e incomunidados en Bahamas.
Sus nombres son: Leya Rodríguez Estrada y Marcos Jeriman Estrada y formaban parte del grupo de 24 hombres y 4 mujeres que partieron desde Cuba en una fecha tan lejana como la anteriormente dicha.
«Creemos que se encuentran en las Bahamas. Hemos llamado a todos los lugares y aún no tenemos ninguna información de ellos”, dijo la cubana.
Katia aseguró que tanto ella como su familia, tienen testimonios de personas «que han salido desde las Bahamas y nos cuentan que sí hay cubanos allí y que no tienen derecho ni siquiera a una llamada telefónica”.
“Por favor, todo el que tenga alguna información, ayúdennos. Necesitamos ya tener información de nuestros familiares”, concluyó la joven.
El drama migratorio de los cubanos allí en Bahamas es cruel y deshumanizante. A tal extremo que, hace cuestion de diez días, Carlos Ramírez, un balsero recién deportado a Cuba que estuvo detenido junto a su esposa y otros migrantes en Nassau, aseguró a la periodista de Univisión23 en Miami, Jany González, que preferiría haberse ahogado en el mar antes de sufrir los graves maltratos a los que estuvo sometido en el centro de inmigración de Nassau, en Bahamas. Carlos estuvo allí recluído aproximadamente tres meses, luego de que la embarcación casera en la que viajaban él y su pareja embarazada, naufragó el 13 de septiembre de 2022.
Pudieron salvar su vida y llegar a un islote de Bahamas, donde fueron rescatados por la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG) y de allí, llevados al Centro de Detención de Nassau.
En diciembre pasado, un grupo de familiares de balseros cubanos que están en paradero desconocido se acercaron a la embajada de Bahamas en La Habana con un listado en la mano en busca de noticias, pero no fueron recibidos.
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