Cuba enfrenta una crisis energética sin precedentes mientras se prepara para la inminente llegada del huracán Rafael.
La Unión Eléctrica moviliza equipos y linieros hacia el Occidente, para demorar lo menos posible la agonía de los cubanos que, aún sin la llegada de Rafael, vivieron este martes una afectación récord en el suministro eléctrico.
El martes por la tarde, Cuba registró una afectación al servicio eléctrico de 1.750 MW sin que siquiera los vientos del huracán Rafael se sintieran en sus costas.
El déficit de 1750 MW no se debió a los fuertes vientos ni a los postes caídos, sino a una deficiencia «sostenida» -para hablar en términos «meteorológicos» de capacidad de generación, y es la cifra más alta de los últimos meses.
La situación provocó apagones prolongados en diversas regiones, con reportes de cortes de hasta 20 horas continuas; y así, con este panorama, con casi todo el país ya apagado, los cubanos se preparan para recibir al huracán Rafael que, con toda seguridad, derrumbará postes eléctricos en todo el Occidente del país lo que alargará aún más las calamidades que sufren los cubanos desde hace ya 65 años.
En su parte más reciente la Unión Eléctrica (UNE) informó que varias unidades de generación están fuera de servicio por averías o mantenimiento, incluyendo las unidades 5 de la CTE Mariel, 5 de la CTE Nuevitas, 2 de la CTE Felton y 3 de la CTE Renté. Además, la falta de combustible ha dejado inoperativas 76 centrales de generación distribuida, sumando 376 MW fuera de servicio.
Cuba se prepara para enfrentar «La Tormenta Perfecta»
La combinación de apagones prolongados y la inminente llegada del huracán Rafael ha generado preocupación entre la población.
En Santiago de Cuba, residentes reportan estar «sin electricidad y sin comida» en medio de intensas lluvias asociadas al sistema meteorológico. La falta de suministro eléctrico ha afectado la producción y distribución de alimentos, agravando la situación de desabastecimiento en la región.
El huracán Rafael, con vientos sostenidos de 90 mph (150 km/h), se aproxima al occidente de Cuba y se espera que toque tierra hoy. Las autoridades han emitido advertencias de huracán para las provincias de Pinar del Río, Artemisa, La Habana, Mayabeque, Matanzas y la Isla de la Juventud.
La población cubana enfrenta un desafío doble: lidiar con los efectos de un sistema eléctrico colapsado y prepararse para el impacto de un huracán que amenaza con agravar aún más la situación en la isla.
Las autoridades han implementado medidas de evacuación en zonas vulnerables y han suspendido las clases en todo el país hasta nuevo aviso. Sin embargo, la persistente crisis energética y las condiciones meteorológicas adversas complican los esfuerzos de preparación y respuesta ante el huracán Rafael.
La UNE envía contingentes eléctricos al Occidente
La Unión Eléctrica (UNE) ha movilizado desde ya contingentes de trabajadores del sector eléctrico desde las provincias centrales y orientales hacia el occidente de Cuba, anticipándose a los posibles daños que pueda causar el huracán Rafael.
Equipos de la Empresa Eléctrica de Ciego de Ávila y el contingente «Serafín Sánchez» de Sancti Spíritus ya están en camino para estar presentes en la zona cuando pase el ciclón tropical y, de ser necesario, comenzar con la recuperación de la infraestructura eléctrica afectada.
Desde Sancti Spíritus, una brigada de especialistas de distintas ramas de la Empresa Eléctrica Provincial ha salido también hacia las provincias occidentales, uniéndose a los esfuerzos de recuperación.
Equipados para actuar con rapidez y eficiencia, estos equipos enfrentarán con agilidad los posibles embates del ciclón tropical Rafael, garantizando que el servicio eléctrico se recupere lo más pronto posible en los territorios afectados.
La UNE se muestra firme en su compromiso de mantener el servicio eléctrico y apoyar la recuperación del país en situaciones de emergencia y para ello cuenta con los trabajadores del sector eléctrico cubano, quienes han mantenido durante años esta tradición de apoyo solidario, viajando a las provincias más perjudicadas por huracanes en un esfuerzo coordinado para restablecer el servicio eléctrico lo antes posible.
Con la convicción de no regresar a sus hogares hasta completar la misión de restablecimiento, cada brigada se dirige al occidente con el propósito de enfrentar cualquier eventualidad que deje Rafael, pero la realidad es que, son menos los trabajadores eléctricos, son menos los recursos, y los pocos que habían ya fueron enviados a Guantánamo.
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