“He visto situaciones bastante malas, pero no como ahora”, dijo Dany Pérez, de 46 años, uno de los tantos choferes que actualmente en Cuba, duermen en colas durante varios días para poder abastecer sus vehículos de combustible.
Según un reportaje publicado por la agencia AP, desde la isla, Dany «come y duerme» en su camioneta Chevrolet, fabricada en la década de 1950, con la cual puede transportar unos 40 pasajeros. El reportaje añade que Dany Pérez «había pasado cuatro días en una fila de vehículos esperando llenar su camioneta con el diésel que necesita para el viaje de 900 kilómetros desde La Habana hasta su casa en el oriente cubano.»
Otro de los taxistas entrevistados es Jhojan Rodríguez, quien según el reportaje de AP llevaba cerca de dos semanas «en la cola».
“Soy taxista profesional. … Pago impuestos, seguridad social. Estoy legalmente establecido’, dijo este hombre de 37 años de edad.
Rodríguez es propietario de un Oldsmobile del 54 y es el sostén familiar.
«Mi hogar, mi familia depende de este diésel”, dijo el hombre en referencia a su «almendrón».
Los choferes que logran encontrar combustible tras mucho esfuerzo tienen que contentarse con apenas poder llenar el tanque del auto, pues no los dejan llenar siquiera un bidón de repuesto para alguna emergencia que se le pueda presentar en la carretera. A Rodríguez, por ejemplo, su auto tiene capacidad en el tanque para 60 litros, suficiente para tres días de trabajo. Luego de eso, tendrá que volver a cazar el combustible. Donde haya.
El reportaje de AP confirma que esta es una de las peores ocasiones en que Cuba ha enfrentado una escasez de combustible. Especialmente con el diésel.
En teoría, el gobierno, sin dinero, apenas puede comprar el diésel necesario para poder garantizar el funcionamiento de sus trece termoeléctricas que, todas, consumen diésel. Ocho de las trece termoeléctricas tienen más de 30 años de explotación.
“Lo que estamos viendo es lo que llamamos el efecto dominó”, dijo Jorge Piñón, director del Programa de Energía para América Latina y el Caribe de la Universidad de Texas en Austin, entrevistado por AP.
“El colapso de las termoeléctricas ha provocado una mayor demanda de grupos de generación a diésel. Venezuela no ha estado enviando a Cuba la cantidad de diésel que necesita, por lo que Cuba ha tenido que tomar parte del suministro que se dedicaba al sector transporte para los grupos de generación eléctrica diésel”, añadió.
Los choferes, como Rodríguez, se quejan. Este parece estar frustrado por «la falta de explicaciones claras de los funcionarios» cubanos con relación a la crisis.
Muchos de ellos se han unido, en grupos de Telegram y Whatsapp para ayudarse mutuamente, informándose entre ellos básicamente sobre dónde hay o habrá gasolina.
Otros choferes, tienen mucha incertidumbre sobre su futuro.
Algunos de ellos, probablemente, estén pensando en vender el vehículo y emplear paerte del dinero o todo, en irse del país.
Quien se vaya para EE. UU. y decide irse a vivir a la Florida deberá pagar el galón de gasolina a $4.19.
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