Pese a que la muerte del actor cubano Carlos Massola el pasado miércoles ha desencadenado numerosos percances, lo que más le pesa a la mayoría de sus admiradores es que no haya podido cumplir el sueño de salir de la isla.
Ni la demora para que un carro fúnebre recogiera su cuerpo o los incovenientes para luego lograr cremarlo, ni la presencia de la Seguridad del Estado en los bajos de su casa, ni el silencio de la prensa oficial en torno a su fallecimiento, se han lamentado más que el hecho de que muriera de un shock hipovolémico (de acuerdo con el acta de defunción) mientras intentaba irse de Cuba.
El año pasado el propio Massola anunció que emigraría a Estados Unidos si era beneficiado por el programa de Parole Humanitario, en el que ingresó gracias al patrocinio de su primo Eduardo, el hermano de la actriz y presentadora Edith Massola, y su esposa Magda, quienes residen en Los Ángeles, California.
“Me pusieron un parole para sacarme de esta mierda”, expresó entonces el desaparecido actor después de criticar duramente en varias ocasiones al gobierno cubano y de pedir libertad para los más de mil presos políticos encarcelados en la isla.
Entonces reconoció que se quería ir de Cuba porque allí se iba “a lastrar” y “a joder más”. Aseguró que estaba dispuesto “a trabajar en lo que sea”, “pero fuera de Cuba”, porque era la única manera de ayudar a su familia.
En marzo de este año, tras seis meses a la espera del parole, Massola denunció que era constantemente asediado por la policía política en Cuba.
Este viernes la actriz Lily Bergues destacó que, si bien no conoció en persona a Massola, duele mucho que no haya recibido el parole para irse “pal carajo” de Cuba y luego ver cómo “sacaba” a su única hija de allí.
“Qué pena que su vida a veces, muchas veces, no fue mejor, como creo que la merecía”, destacó por su parte el también actor cubano Alexis Valdés sobre “un ser humano muy noble” y con “infinitas” ganas de reír.
En una directa el mismo día del fallecimiento del actor la cantante cubana Dianelys Alfonso, conocida como La Diosa, dijo que era una lástima que alguien como él no hubiera tenido la oportunidad de emigrar para encontrar un futuro mejor.
A esta hora muchos son los cubanos que abogan en redes por que el 3 de julio sea bautizado como el Día del Artista Disidente, en honor a Massola, uno de los pocos actores que han confrontado a las autoridades desde dentro de la isla.
