La localidad guantanamera de Caimanera sigue generando titulares este 2023: a inicios de mayo fue noticia una protesta popular duramente reprimida, y ahora es el referente de un sismo de magnitud 4,9 grados en la escala de Richter que estremeció el oriente de Cuba.
La red de estaciones del Servicio Sismológico Nacional de Cuba registró el movimiento telúrico con epicentro a unos 185 kilómetros al sureste de Caimanera, al amanecer de este martes, sin provocar daños humanos ni materiales, aunque sí un gran susto entre la población que recién despertaba.
🛑 La red de estaciones del Servicio Sismológico Nacional Cubano registró un sismo perceptible a las 5:11 am hora local, a 165 km al sursureste de Caimanera, provincia de Guantánamo, a profundidad de 10.0 km y con magnitud de 4.9.
📍 Fuente: Enrique Diego Arango Arias. pic.twitter.com/f82bgHx2qV— Juventud Técnica (@JuventudTecnica) June 6, 2023
La sacudida fue sentida también en varios municipios de Santiago de Cuba y Guantánamo, en el que constituye el séptimo sismo perceptible que registra Cuba en lo que va de 2023. Por suerte, hasta ahora ninguno ha causado más que susto y algún que otro mareo.
Hace un par de meses se sintieron par de temblores en Santiago de Cuba y en Granma, los cuales generaron inquietud en la población, con todo y que este tipo de fenómenos es más común de lo que pudiera pensarse.
El este de Cuba es la región más vulnerable a este tipo de temblores por su proximidad a la zona de fallas Oriente, localizada en el límite de la placa de América del Norte y la del Caribe, y abarca una amplia región del Mar Caribe desde Islas Caimán hasta La Española, pasando por toda la costa sur del levante cubano.
No obstante, hay registros de sismos sentidos en Pinar del Rio, la Isla, Varadero, La Habana y Ciego de Ávila.
El oriente de Cuba despidió el 2022 con una actividad sísmica moderada, con el principal evento sentido al norte de la provincia de Las Tunas, un terremoto de magnitud 4.6, el 8 de noviembre. En total, 13 temblores se sintieron en la isla el pasado año, sin ocasionar más que sustos y un par de notas informativas.
Los archivos indican que el terremoto más devastador sentido en Cuba estremeció a Santiago el 11 de junio de 1766, con magnitud 7.6, que dejó unos 120 muertos. Casi un siglo después, el 20 de agosto de 1852, la villa santiaguera sintió otra remecida de magnitud 7.2, sin que existan estadísticas del daño que causó.
Más devastadores han sido, hablando de fenómenos de causa natural, los ciclones y huracanes que cada año azotan al país. El pasado 1 de junio comenzó la temporada ciclónica, que se extenderá hasta el 30 de noviembre, con pronósticos de al menos media docena de huracanes que podían alcanzar gran intensidad.
