¡Sancti Spíritus está que arde! Allí, a juzgar por sucesos recientes ocurridos en la provincia, si Ud. le da una patada a una lata en la calle no sale un billete de $20 dólares, sino un dirigente comunista corrupto; cabaz de robarse no $20, sino miles de dólares.
La corrupción en Cuba parece ser un problema sin fin, a pesar de las reiteradas declaraciones de cero tolerancia por parte del gobierno, pero en Sancti Spíritus cae un peje de doble discurso a cada rato.
Así lo indica el diario oficialista Escambray en una nueva nota, otra más sobre la corrupción en el territorio, donde da cuenta de un nuevo caso surgido en la Empresa Municipal de Comercio de Sancti Spíritus (EMCSS). Allí, un alto directivo ha sido sentenciado a ocho años de prisión por actos que perjudican la economía, destacando una vez más el abismo entre el discurso oficial y la realidad.
Este directivo, cuyo nombre ha permanecido en la sombra gracias al secretismo o bondad del Premio Nacional de Periodismo José Martí, por la obra de la vida en el 2020; Máster en Ciencias de la Comunicación y ganador de los más importantes concursos periodísticos del país, Enrique Ojito, ha sido condenado por malversaciones significativas y falsificación de documentos en el manejo de transacciones comerciales, específicamente en la compra y venta irregular de 42,000 unidades de refresco con fecha de vencimiento próxima.
Sí, porque la muela del sujeto era la de la austeridad y el compromiso; el sacrificio por la Patria, la continuidad y la Revolución.
Una fuente que «por respeto a su familia e hijos», declinó dar el nombre del corrupto, aunque lo acusó de ser un «comunista descarado» y «muy activo en las redes en defensa de la Revolución». Ya ve Ud., por delante era una cosa y por detrás un facharín. Y corrupto. Y autoritario.
Sin embargo, la prensa independiente hizo su trabajo, y el nombre del corrupto funcionario ha salido a la luz y es este: Alexis Fuentes de La Cruz. Fuentes de la Cruz fue, señala Escambray, director de la Empresa Municipal de Comercio Sancti Spíritus (EMCSS) desde mayo de 2022 hasta julio de 2023. Si en un año logró desfalcar, comprobadamente, 3 millones de pesos, ¡imagínense lo que hubiese logrado en 20 años de directivo!
El escándalo
Este escándalo, que supone un desfalco de 3,241,860 pesos – sí, tres millones -, implica la venta de productos casi caducados a pesar de las prórrogas de salud pública que lo desaconsejaban.
La investigación reveló que el sujeto desoyó advertencias y recomendaciones legales que buscaban evitar este desenlace. Incluso se falsificaron actas para encubrir estas decisiones, evidenciando una negligencia que raya en lo criminal. La corrupciónn de este comunista de pura cepa en EMCSS no solo ilustra el fracaso del control interno, sino también una insensibilidad flagrante hacia las necesidades de los consumidores cubanos, quienes a menudo enfrentan dificultades para acceder a productos básicos.
Usuarios en la publicación del Escambray han expresado su frustración y escepticismo sobre el compromiso real del gobierno para combatir la corrupción.
Los comentarios de los lectores subrayan una desconfianza crónica hacia los funcionarios y una percepción de que la prensa local, a menudo, no hace más que repetir la retórica oficial sin cuestionar la profundidad de los problemas. «La corrupción no se llega en paracaídas», comentó un usuario, destacando cómo pequeñas acciones corruptas pavimentan el camino hacia delitos mayores.
Este caso resalta no solo la corrupción individual sino también un sistema que permite, y quizás hasta incuba, estas conductas. La crítica no solo se dirige al directivo en cuestión sino también al sistema que, a pesar de las proclamaciones de rigor y transparencia, sigue siendo permeable a la corrupción en todos los niveles. Como bien apunta otro comentario, esta no es una situación aislada sino un patrón recurrente que ha caracterizado a la administración pública cubana durante décadas.
Aunque el portal oficialista no lo indica, es probable que este directivo sea uno de los «señalados» en una publicación reciente donde se daba cuenta de que un reciente informe reveló un caso de corrupción en gran escala en la provincia de Sancti Spíritus, donde funcionarios de alto rango están implicados en desvío de recursos y malversación de fondos públicos.
El escándalo abarcó varias entidades gubernamentales y afectó seriamente los servicios y la distribución de recursos esenciales a los ciudadanos. En el momento en que se dio a conocer ese informe se señaló que las investigaciones estaban en curso, y que se habían iniciado procedimientos legales contra varios de los funcionarios involucrados; a la vez que las autoridades prometieron tomar medidas enérgicas para combatir la corrupción y restaurar la confianza pública, trasd el gran descontento generado entre la población local.
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Aquel informa sucedió a otra publicación, también reciente, en la que se daba cuenta de que un funcionario del Campismo Popular en Sancti Spíritus fue condenado a 18 años de prisión por desviar fondos de las cuentas bancarias de la empresa a su cuenta personal, utilizando el sistema Virtual Bandec.
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Al parecer en la provincia espirituana, la corrupción sentó raíces.
