El periodista villaclareño Boris Fuentes y su esposa, la ex locutora del Noticiero Dominical Isabel Fernández, se marcharon de Cuba y se encuentran viviendo en Argentina, según varias fuentes consultadas por Cuballama Noticias.
Una de las fuentes, vinculada muy estrechamente a la familia, dijo a Cuballama Noticias bajo condición de anonimato que Isabelita y Boris se marcharon del país «muy lastimados» y sin intenciones de volver.
Ambos viajaron recientemente a Villa Clara a despedirse definitivamente de sus respectivas familias. Isabelita, nacida en Sagua la Grande y residente durante muchos años en Jumagua, un barrio de la periferia de la ciudad ubicado a tan solo 5 kilómetros del centro, a despedirse de una tía; Boris, a Santa Clara, a despedirse de sus padres.
«La despedida fue triste, muchas lágrimas y abrazos. Todos están viejos, fue una despedida de esas en las que tú piensas que nunca más verás al que se va. Así fue,» dijo a Cuballama Noticias la fuente.
La fuente dijo desconocer dónde estaban o hacia dónde viajarían pero, otra fuente consultada nos dio luces sobre este particular.
Ambos, Boris Fuentes e Isabel Fernández, se marcharon a Argentina, país donde reside un hijo de Boris, Ernesto Fuentes.
Ernesto Fuentes no es hijo de Isabel Fernández, sino fruto de una relación anterior de Boris Fuentes con María Caridad Machado Toledo, quien era profesora de danza en Santa Clara y que ahora vive en Colombia.
La propia fuente señala que Maria Caridad no quería que su hijo se llevara de Cuba a Boris e Isabelita, porque podrían representar una carga económica fuerte para él. Según sus palabras, ni siquiera la relación entre Maria Caridad y Boris es buena. Ella siempre fue una enemiga del sistema y habría abandonado a Boris por ser – cita la fuente – «un huele culo».
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Viejos sueños y aspiraciones de Boris Fuentes e Isabel Fernández
Otra fuente consultada refiere que desde que Boris Fuentes cayó en desgracia con el asunto de Díaz-Canel y la limonada como la base de todo, y perdieron el apartamento que tenían en el Vedado capitalino para ser lanzados a la periferia de Jaimanitas, tanto él como Isabelita Fernández decidieron que ya no tenían nada qué hacer en la isla. En un inicio – dice una fuente – pensaron ir a parar a Oakland, donde tienen una familia que es muy buena amiga, pero desecharon esa idea por ser muy difícil de concretar.
«Desde hace tiempo su idea era irse, y luego de lo de Boris se encerraron en su mundo y no dijeron nunca nada, porque estaban cagados y tenían miedo a la policía política,» refiere este otro informante.
«Boris era como la peste, donde quiera que llegaba nadie lo quería,» indicó.
Con todas las puertas cerradas para Boris, y en medio de una crisis sin precedentes en la isla, con la pandemia del coronavirus azotando el país, la solución no era otra que salir.
Otra fuente refiere que Isabelita debe regresar aún a Cuba, para asuntos referentes a su jubilación, aunque no puede precisar por qué. Se sospecha que la necesita para acreditar en Argentina los años de vida laboral desempeñados en Cuba, pero una fuente consultada refiere que este trámite no es necesario para acceder a los beneficios de la jubilación.
Aunque en teoría, cada caso es particular, la fuente comentó que los años trabajados en Cuba no se reconocen, pero ni siquiera hace falta. Argumentó que, aunque la jubilación en Argentina es baja, hay una legislación que te permite que te puedas jubilar hasta sin siquiera haber hecho aportes a la Seguridad Social (caso de emigrados con edad de jubilación)
Regrese Isabelita Fernández temporalmente a Cuba o no, lo cierto es que tanto ella como Boris Fuentes decidieron vivir el resto de sus días fuera de Cuba. Ya sin privilegios, recluidos en un edificio de microbrigada fuera de la Habana, las esperanzas de tener una vejez digna en Cuba se les escurrió; tan rápida y amarga, como una limonada sin azúcar por el gaznate.
Cuballama agradece a las fuentes consultadas para la elaboración de esta nota.
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