Bruno Rodríguez puede calificar sin dudas como el canciller menos inteligente en la historia de la Cancillería cubana.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez ha afirmado que el presidente Joe Biden sigue la política de máxima presión de Trump sobre Cuba, sin siquiera darse cuenta, intuirlo y siquiera mencionarlo, que este hecho obedece claramente a la represión desatada en Cuba contra los cubanos.
La violación de derechos a los cubanos, en un hombre firmemente defensor de los derechos humanos como lo es Joe Biden, pudiera haber logrado, sí, cómo no, que el presidente de los EE.UU. decidiese no darlo todo, tal y cómo pensaba. Si es que lo pensaba.
Habría que preguntarle a Biden si él pensaba tomar un rumbo, diferente 180 grados al de Donald Trump, pero tal vez La Habana lo creyó así.
Y Bruno Rodríguez.
Más que equivocados
Hay detalles interesantes en la historia reciente que van más allá del apretón de manos de Obama con Raúl Castro, y que tienen muy bien definido el ojo avizor de Biden, y nos referimos a las traiciones reiteradas de La Habana.
Bruno, sin embargo, que no tiene nada bueno que ofrecer cuando habla en las conferencias de prensa; que a veces no responde preguntas y que a veces pregunta dirigido, señala que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, «no tiene una política hacia Cuba, ni una propia», cuando la gran verdad es que, casi de manera irrefutable pudiera decirse que Biden cambió sus intenciones pre-campaña hacia Cuba, luego de ver las palizas propinadas por las fuerzas del orden y grupos paramilitares en Cuba el 11 de julio, y también el 12 y el 13.
A eso hay que sumarle sin dudas los sucesos posteriores: arrestos, encarcelamientos, denuncias de torturas, sanciones, chantajes para el silencio, represión, castigos, violencia, condenas… un coctel Molotov del cual Bruno Rodríguez no habla.
El diplomático cubano dijo que las acciones del presidente estadounidense con respecto a Cuba violan las promesas que hizo durante su candidatura a la presidencia a los ciudadanos estadounidenses y cubanos residentes en Florida; y señaló también que la política de Biden no es consistente con la plataforma demócrata; pero, la pregunta que flota en el aire y que algún día alguien le deberá hacer a Bruno Rodríguez, una y otra vez, de manera insistente es esta:
¿Qué pasó en Cuba con los arrestos, los encarcelamientos…?
Si el canciller cubano continúa juzgando los hechos solo desde un punto de vista, nunca entenderá a Joe Biden; y muchísimo menos al próximo presidente de los Estados Unidos.
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