Un barco de guerra ruso llegó este martes a la bahía habanera a pocos días del atraque de un submarino nuclear en La Base Naval de Guantánamo.
La llegada del submarino fue considerada como una provocación por el gobierno cubano que emitió un comunicado de protesta.
«El Ministerio de Relaciones Exteriores rechazó enérgicamente la llegada a la Bahía de Guantánamo, el 5 de julio de 2023, de un submarino de propulsión nuclear que permaneció hasta el 8 de julio en la base militar estadounidense allí ubicada, lo que constituye una escalada provocadora de Estados Unidos, cuyos motivos políticos o estratégicos se desconocen», señaló el texto. .
“La permanencia de la base solo persigue el objetivo político de intentar ultrajar los derechos soberanos de Cuba», y añadió: «Su utilidad práctica en las últimas décadas se ha limitado a operar como centro de detención, tortura y violación sistemática de los derechos humanos de decenas de ciudadanos de varios países», añadió el mensaje.
Por otro lado la presencia del el buque escuela de la armada rusa, Perekop, ha recibido una atención discreta en los medios cubanos que apenas han reseñado el programa de su tripulación en Cuba.
La llegada del buque, con capacidad para 500 soldados, coincidió con el segundo aniversario de las mayores protestas antigubernamentales que ha vivido Cuba tras 1959 y con el incremento de las inversiones rusas en la isla y el apoyo que ha brindado el gobierno de Díaz-Canel a Vladimir Putin en su guerra contra Ucrania.
Analistas han visto en el arribo del buque de guerra luego del desplazamiento de submarino nuclear estadounidense a la Base naval un interés de Rusia en mostrar fuerza a Estados Unidos tomando como base de operaciones a Cuba, uno de sus mayores aliados en el escenario político internacional.
Medios oficiales rusos han señalado que el barco ruso trae una donación humanitaria sin embargo no se han dado detalles de la supuesta carga ni de su destino.
