Por muchos años se habló casi nada de Bárbaro Marín en Cuba. El nombre del actor que celebra hoy sus 61 años vuelve a estar entre los comentarios de la familia cubana por sus recientes apariciones en la telenovela de turno, pero ya unos años antes también había sido noticia debido a su regreso a la Isla, luego de trabajar más de una década en Colombia.
Cuba y su institucionalidad tienen un raro sistema para olvidar a los artistas que emigran, o para evadirlos y encerrarlos en un halo de misterio. Salen del país y se convierten en los innombrables, pero si regresan, y no se vuelven rebeldes, el sistema institucional de la cultura les reserva un renacimiento. Así más o menos le ha sucedido a Bárbaro Marín.
Considerado como un primer actor en la Isla, catalogado como galán de telenovelas y más importante aún, rostro de orden en el cine nacional; el ex marido de la también muy popular Tahimí Alvariño se radicó con su familia por más de una década en Colombia. Unas 20 series y telenovelas contarían allí con su participación y algunas de ellas llegaron a transmitirse en Cuba. Sin embargo, el cubano decidió regresar y hacer lo que hasta ahora pocos han valorado como una opción.
Retomar su carrera en Cuba supuso una transformación en la imagen que hasta ese momento el público tenía de Bárbaro Marín. Quienes acostumbraban verlo de protagonista en los culebrones como Pasión y Prejuicio, Las huérfanas de la obra pía, Al compás del son; e incluso quienes lo ubicaron como el policía siempre bueno en Día y Noche o Tras la huella, volvieron a verlo en algún que otro personaje negativo y ahora lo disfrutan de cantante frustrado que vende viandas en la telenovela Tú.
Precisamente, Marín ha dicho muchas veces que para él la música es más importante que la actuación, y para suerte suya en papeles como el que realizó para la película Los Zafitos “Locura Azul” y ahora en esta novela ha podido hacer un balance entre ambas pasiones y ha conseguido probar que no es mentira que sabe que tocar la guitarra y que afina tanto que hasta ha llegado a cantar con el gran Pancho Céspedes.
La hija del actor heredó esa aptitud y ya se le ha visto despuntar con interpretaciones no profesionales, compartidas en las redes por su madre Tahimí Alvariño y por su abuela Coralita Veloz. María Fernanda Marín es además un prospecto de influencer con más de cinco mil seguidores en Instagram y no sorprenderá que un día aparezca con carrera en los medios.
La familia que encabezó Bárbaro Marín fue una de las más seguidas por los que gustan de seguir la pista a sus artistas favoritos, el divorcio con la madre de sus hijos transcurrió en la más completa calma y sin escándalos, pero todavía, luego de más de cinco años, muchos fanáticos y colegas lamentan la ruptura. Ahora en sus 61 años el actor recibe el cariño de sus fans y colegas, quienes llenan sus perfiles de felicitaciones y buenos deseos para su tránsito por la vida.
