Una niebla densa sobre el Aeropuerto Internacional ‘José Martí’ de La Habana provocó que un avión procedente de Bogotá, Colombia, debiera maniobrar y desviarse a la ciudad mexicana de Cancún este viernes.
Así lo informó el periodista del oficialista Canal Caribe, Lázaro Manuel Alonso, en su cuenta de Facebook, tras detallar que la niebla “limitó las condiciones de visibilidad para el aterrizaje y el despegue de las aeronaves”.
Alonso precisó además que desde la terminal aérea confirmaron que están operando con normalidad nuevamente desde las 8:12 de la mañana.
Poco antes de dar más detalles, el mismo comunicador había aclarado que las “piruetas” que se vieron sobre el cielo de La Habana en las primeras horas de este 19 de enero no se debían a una “emergencia en vuelos sobre territorio cubano”.
Previo a que pudiera explicar lo sucedido, el también conductor de espacios informativos de la televisión cubana compartió imágenes que circulaban “una y otra vez” en redes sociales y que mostraban los rastros que había dejado en el cielo habanero “un avión a baja altura” “al amanecer del viernes”.
Por otra parte, Henry Delgado Manzor, meteorólogo del Aeropuerto Internacional de Varadero, en Matanzas, explicó que en este caso “la aeronave se encontraba en patrón de espera”, ya que “el aeropuerto de La Habana se encontraba bajo los mínimos”.
El experto recalcó que la niebla densa “redujo muchísimo la visibilidad sobre el aeródromo”, por lo que el avión “no podía aterrizar”, y, a través de una “maniobra común en estos casos”, se desvió hacia el aeropuerto alterno de Cancún.
En torno a las marcas que pudieron verse en cielo cubano, el especialista señaló que “se trata de la estela de sublimación de un avión”, que es “un tipo de nube que se forma cuando el vapor de agua que sale de los motores se condensa y se transforma en cristales de hielo bajo ciertas condiciones atmosféricas”.
Según reiteró posteriormente el ministro cubano de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, desde la Empresa Cubana de Navegación Aérea ratificaron que las figuras eran “estelas de condensación” formadas por minúsculas partículas de hielo, generadas por los gases de escape de un avión, que “se mantienen flotando durante largo rato”.
En noviembre pasado un avión de Cubana de Aviación, que salió de Madrid a Santiago de Cuba, se vio obligado a regresar a la capital española por problemas técnicos.
