Un operativo conjunto entre agentes del FBI y la Policía de Miami culminó esta semana con la detención de Alex Borrero, un ciudadano cubano de 62 años, acusado de liderar un esquema de fraude al seguro médico desde su clínica ubicada en el barrio de Flagami, al suroeste de la ciudad.
Borrero es el propietario de H. Miami Medical Clinic, un centro que las autoridades señalan como epicentro de una red fraudulenta basada en accidentes automovilísticos simulados y reclamaciones médicas inexistentes. Según explicó el jefe de la policía, Manny Morales, el modus operandi consistía en organizar choques ficticios entre vehículos, cuyos ocupantes —siempre los mismos— acudían a la clínica para reportar lesiones y recibir supuestos tratamientos. Posteriormente, se facturaban a las aseguradoras costosos procedimientos que nunca se realizaron.
La redada en la clínica se produjo tras semanas de investigación y no pasó desapercibida en la comunidad. Testigos relataron que varios agentes ingresaron al local con una orden de registro mientras comerciantes y residentes observaban desde la acera.
El caso de Borrero se suma a otros arrestos previos relacionados con la misma investigación. En junio, dos personas fueron detenidas por su presunta participación en el esquema: Rodylaidi Martinez, de 30 años, y Greter Aguirre Guerra, de 24, y también de origen cubano, según la orden de arresto y el reporte del arresto policial.


Las autoridades indicaron además que indagan si hubo colaboración con talleres de reparación o bufetes de abogados, elementos comunes en este tipo de redes criminales.
A la salida del registro, Borrero negó las acusaciones y afirmó que se trata de una simple investigación. No obstante, las autoridades aseguran tener evidencia suficiente para presentar cargos serios. Si es hallado culpable, podría enfrentar penas de cárcel, fuertes multas y, en su caso, consecuencias migratorias adicionales.
Las autoridades advirtieron que este tipo de delitos afectan a todos los ciudadanos, ya que contribuyen al alza de las primas de seguro y erosionan la confianza en el sistema médico.
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