«La Esperanza» de un campesino en Pinar del Río que se hizo viral por su humanismo y solidaridad
En Pinar del Río, un campesino llamado Alexander Rodríguez Lima protagonizó en días pasados una historia que según señala el diario oficialista Guerrillero, refleja «humanismo, solidaridad y dedicación a la agricultura.»
El hecho por el que se hizo viral, se resume así: el campesino regaló a unas frutas a un médico.
Eso sucedió a finales del pasado mes, cuando una publicación en la red social Facebook se expandió como la espuma y varios medios cubrieron «la noticia», del campesino cubano que no solo decidió vender sus productos a precios más que módicos, sino más que nada porque, cuando un médico se acercó al punto de venta del campesino, posteriormente identificado por los internautas como Alexander Rodríguez Lima, interesado en el precio de unas frutabombas, este le respondió:
“Doctor, usted puede tomar y llevar las que desee, yo no les cobro a los médicos. Mi familia y yo vamos a los hospitales y ustedes nunca nos han cobrado un solo centavo”.
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Dice ahora el diario oficialista Guerrillero, que «la historia no quedó ahí», pues después de «terminada la feria agropecuaria, el campesino cargó con el excedente que no pudo comercializar y llegó hasta las puertas del hospital Abel Santamaría donde humildemente las donó para los enfermos.» Ambos hechos provocaron que el diario Guerrillero fuer «tras sus huellas, tras su historia»,
Alexander Rodríguez Lima: un «guajiro rellollo»
Así se define Alexander Rodríguez Lima: como un «guajiro rellollo», a saber si por su gordura, o porque está lleno de buenas intenciones.
Originario de «La Baría» y dedicado desde joven a la cría de cerdos, Alexander Rodríguez Lima decidió hace seis años cambiar su enfoque hacia los frutales, especialmente la guayaba, enfrentando riesgos y desafíos en esta nueva etapa de su vida.
La finca, a la que llamó «La Esperanza», abarca alrededor de 26 hectáreas dedicadas principalmente a la producción de alimentos, con una destacada presencia de mangos, frutabombas y, sobre todo, guayabas. Esta última representa más del 90% de las tierras y se cultiva de manera escalonada durante todo el año.
Señala el medio que Alexander Rodríguez Lima «ha establecido mecanismos de ayuda a personas necesitadas, regalando guayabas a aquellos que enfrentan problemas de salud o dificultades económicas, e incluso ofreciendo frutas a los médicos.» Su filosofía es que, al ser dueños de la fruta y no tener que invertir en la compra y reventa, es posible poner precios bajos, ayudando al pueblo y garantizando la accesibilidad de los productos en ferias agrícolas.
La finca de Alexander tiene planes de expansión, con la meta de llegar a las tres caballerías de guayaba, lo que la convertiría en la mayor plantación de este cultivo en el occidente del país. También busca incursionar en la exportación, consciente de las regulaciones y condiciones que implica este proceso, pero siempre manteniendo un enfoque agroecológico y respetando las normativas fitosanitarias.
La historia de Alexander destaca la importancia de la agricultura como un oficio basado en el amor y la dedicación, así como la necesidad de mantener el capital humano como el recurso más valioso en este campo. Su compromiso con la comunidad y su enfoque humanista resuenan como un ejemplo inspirador de solidaridad y generosidad en tiempos de desafíos económicos y sociales, señala el portal oficialista desde la provincia de Pinar del Río.
