El dólar estadounidense ha experimentado una nueva subida en el mercado informal de divisas en Cuba, alcanzando alrededor de 250 pesos cubanos (CUP) el pasado lunes, según la tasa de cambio informal de El Toque. Esta situación refleja la devaluación continua de la moneda nacional y la incertidumbre entre los cubanos generada por la implementación del proceso de bancarización de pagos y cobros en medio de la escasez de efectivo en las arcas estatales. Cubanos que cada vez parecen estar más hartos y decepcionados del sistema en que viven.
El valor del dólar en 248 pesos cubanos implica que el salario mínimo para los trabajadores cubanos, decretado a finales de 2020 como parte de las reformas económicas, es equivalente a 8,46 USD, más de siete veces por debajo del umbral de pobreza extrema definido por organizaciones internacionales.
Toda esta situación está generando pánico tanto entre la población como entre los nuevos actores de la economía.
Los primeros parecen abogar por un milagro: irse del país.
Una encuesta realizada en el canal de Telegram de CiberCuba revela que el 78.21% de los participantes cubanos sueñan con irse del país o están en procesos migratorios. De los participantes:
- 3% confían en la revolución y creen que superarán las dificultades.
- 8% planean quedarse en Cuba sin importar las circunstancias debido a su fuerte vínculo con el país.
- 10% sienten que son demasiado mayores para emigrar.
- 47% sueñan con emigrar pronto.
- 14% están en proceso de emigración.
- 22% ya han emigrado.
Estos resultados reflejan la preocupante percepción pública de la situación en Cuba. La desconfianza en la capacidad del gobierno para resolver los problemas actuales es evidente, con solo un 3% expresando confianza en la revolución.
En igual «sintonía» está una publicación del portal Martí Noticias, en la que se señala cómo, en Cuba, los jóvenes cubanos están enfrentando una crisis de esperanza marcada por la emigración masiva en busca de un mejor futuro en otros países.
En la nota se recoge cómo los jóvenes cubanos sienten que la probabilidad de mejorar económicamente y socialmente es mínima debido a la falta de economía, libertades y libertad de expresión. Los jóvenes se sienten desanimados y descontentos, enfrentando dificultades para encontrar empleo remunerado y cubrir sus necesidades básicas.
Un estudiante de Psicología, Nelson Ledisbet, residente en la ciudad de Santiago de Cuba, expresó para el medio:
“Verdaderamente, estamos en Cuba porque no tenemos la manera de buscar un mejor futuro fuera de nuestro país, donde la economía está colapsada, está destruida, un país ‘inflacionado’, donde cada vez se hace más difícil estudiar. Los jóvenes de este momento, de este siglo en Cuba, estamos cansados”.
“El estudiante cubano sabe que el salario que va a obtener en cualquier carrera universitaria le va a dar apenas para sostenerse. El salario de un cubano promedio da para comer, máximo y malamente, una semana”, expresó además.
Las limitaciones para buscar un mejor futuro fuera del país, la crisis económica y las restricciones del gobierno han llevado a una sensación generalizada de desesperanza entre los jóvenes cubanos, quienes ven dificultades incluso en el corto y mediano plazo para mejorar sus vidas dentro de Cuba.
Cuba ha experimentado una pérdida de ciudadanos en edad productiva durante varios años, lo que la ha convertido en uno de los países más envejecidos de América Latina, y la devaluación del peso cubano y la falta de efectivo en el país han llevado a que las divisas extranjeras registren un aumento constante en su precio durante julio y agosto, así como aumenta el descontento poblacional y la criminalidad de la isla.
En medio de tan agudo panorama, los productos alimenticios cada vez escasean más y las «salvadoras» Mipymes, parecen estar atadas de pies y de manos para ayudar en la producción de alimentos para el pueblo.
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